El Bar§a llega al parón navideño como campeón de invierno pero, a cada partido que pasa, da síntomas de ir con la lengua fuera. Lo que es indudable es la calidad del equipo, del que sobresale Etoo. Sus 13 goles en 17 jornadas explican la amplia ventaja azulgrana en relación a sus perseguidores, todos tantos decisivos, como el que sirvió para tumbar al Levante que, en el minuto 87, saboreaba el empate.

El equipo entrenado por Rijkaard, que saca petróleo de su escasez de efectivos por mor de las lesiones --el técnico holandés, de nuevo, hizo un solo cambio--, acusó el desgaste físico y psicológico del sábado, cuando el Valencia puntuó en el Camp Nou. Y todo apuntaba a que el otro representante de la capital del Turia iba a puntuar en el mismo feudo apenas tres días más tarde, lo que alentaría a Real Madrid, Espanyol y compañía, que esta noche deberán ganar para no descolgarse más.

Y, mientras, el Bar§a espera refuerzos. Ya en el primer partido del 2005, ante el Villarreal tiene un serio problema: sus dos laterales no jugarán por sanción.