El partido del siglo no defraudó. El Castellón derrotó 7-1 a los periodistas, un resultado que no reflejó lo sucedido, ya que los plumillas crearon, incluso, más ocasiones. La falta de un 9 les pasó factura, de ahí que ya se han puesto a buscarlo para la próxima edición del derbi.

Lástima que Castalia no se llenara, ya que se perdieron un buen partido y, sobre todo, muchos goles. El combinado de los informadores demostró que habían preparado el encuentro a conciencia, llegando a ponérselo muy difícil sus rivales, que llegaron a temer, incluso, por el triunfo.

EL 2-1 METE MIEDO La primera parte fue de poder a poder. Los albinegros pusieron pronto tierra de por medio con dos goles de Esbrí, aprovechando los regalos de su rival, pero un penalti transformado por Héctor Escrig cambió la decoración, si bien lo mejor de la matinal, sin duda, fue el 3-1, obra (de arte) de Jaime Ramos.

En la reanudación, la suerte se alió con los locales. Con un Juanlu Esbrí incisivo, bien secundado por Javi López (todo un revulsivo), el Castellón se marchó en el marcador. Aunque los periodistas, todo voluntad, no arrojaron la toalla y se fueron como posesos en pos de la portería defendida por Guillermo Sanahuja.

OPORTUNIDADES FALLADAS Y es que el guardameta del combinado entrenado por Manolo Adell, que le ganó la partida a su colega Celeiro, evitó hasta media docena de goles --había tomado buena nota de la actuación que Oliva cuajó el domingo--. De este modo, en vez de acortarse las distancias, lo que ocurrió fue que el resultado se estiró todavía más, aunque uno de los tantos, el materializado por Juan Carlos Fabregat, fue de un penalti señalado por Gil García, que estuvo bastante casero.