Dicen que el Real Madrid es un club señorial. La letra del himno así lo parece atestiguar en sus primeras estrofas: Va el Madrid con su bandera, limpia y blanca que no empaña. Club castizo y generoso, todo nervio y corazón, veteranos y noveles (...) miran siempre sus laureles con respeto y emoción. Pero Florentino y todo su séquito están empañando esa imagen con actuaciones como la que se dio el sábado coincidiendo con la visita del Villarreal. El palco del Santiago Bernabéu perdió toda la compostura y celebró la remontada con malas formas, dando saltos y chillando, para asombro mayúsculo de Fernando Roig y José Manuel Llaneza, que asistieron al triste espectáculo de los Fernández Tapias y compañía...

El circo blanco