La crisis por la que atraviesa el C. D. Burriana desde principios de temporada ha escrito un nuevo capítulo que podría desembocar en la desaparición de la histórica entidad celeste. La caja de los truenos, que ya abrió el periódico Mediterráneo denunciando en la edición del pasado 30 de noviembre que la Seguridad Social reclamaba 240.000 euros al Burriana en concepto de sanción por no afiliar al exjugador Pablo Herrera --quien, a su vez, reclama una pensión por invalidez--, volvió a estallar durante la asamblea extraordinaria convocada con el objetivo de ratificar a Ignacio Ferrer como presidente.

El hasta ahora máximo mandatario celeste recibió el pasado viernes una notificación en la que se indicaba que parte de las cuentas del club estaban embargadas por la Seguridad Social como consecuencia de esta deuda de 240.000 euros, por lo que decidió no ser ratificado hasta que se saneen las cuentas.

A PAGAR LOS ´CULPABLES´ Y es que, según indicó, no está dispuesto a responsabilizarse de estas deudas. Por ello, se reunirá durante esta semana con los responsables municipales y con los anteriores presidentes --Vicente Arnandis y Miguel Ángel Bodí-- para que se hagan cargo de estos 240.000 euros en breve.

En caso contrario, Ferrer aseguró que dejaría las riendas del club celeste, por lo que de nuevo recaería en manos de una junta gestora y, en el peor de los casos y si nadie se hace cargo, desaparecería.