Pepe Moré está ante uno de los trances difíciles y, por ello, ha decidido sacar el látigo, al menos --y por ahora-- el verbal. El entrenador del Castellón no cesó de dar órdenes a sus hombres durante el partidillo, en un 90 por ciento de las ocasiones para corregir o para desahogarse ante los errores, algunos de bulto, que cometían sus discípulos.

"No podemos resbalar todos los días", soltó el catalán. Y es que aunque el césped de Castalia está lejos de su aspecto ideal, los jugadores a menudo daban con sus huesos en el suelo. Y, claro, el sábado, un traspiés así puede ser mortal de necesidad. Más adelante, le dijo a Castell: "¡Hablad! No hay que perder un balón por no abrir la boca. Decid ¡Cuidado!; ¡Voy!...". El canterano también se vio afectado por otra bronca, compartida con Rodri: "No cambiéis (de posición) por que sí", con el fin de no dejar huecos innecesarios.

LA FILOSOFÍA En el entretiempo, Pepe Moré reunió a los titulares y les insistió en no rifar el balón: "Hay que salir para buscar el dos contra uno. Debemos venir un poquito para recibir ". Su voz tronó poco antes de enviar a Txiki con los suplentes: "¡Vamos! El portero había salido".

El catalán también exigía que los delanteros bajaran a defender con velocidad: "Mario, quiero que vuelvas más rápido"; "Tabares, vamos, vamos; volvemos y nos recuperamos aquí, no allí (en el área rival)".

HUBO PARA TODOS Incluso Dealbert, uno de los más eficientes, soportó estoicamente una reprimenda cuando cedió la pelota a Oliva: "¡No le des el balón al portero! Juégala tú, despeja!". Al final, con la mejoría de los titulares, Pepe Moré también tuvo palabras de felicitación para Nakor, sin duda el MVP del día.