Es un partido trampa. Si se gana, poco mérito tendrá hacerlo ante un equipo que lo ha perdido todo. Si se hace por poca diferencia de goles, teniendo en cuenta los 19 encajados por el Sporting, puede quedar en evidencia la efectividad. Y de no ganar, sería perjudicial para afrontar la 2ª jornada de Champions. El subconsciente de los jugadores es el rival. Igual que en la mente del aficionado están presentes las goleadas que ha recibido el Sporting, por más que los amarillos intenten abstraerse, se hace complicado hacerlo. La mejor táctica será afrontar el partido igual que ante cualquier otro rival. Los tres puntos se suman por victoria, no por goleada.