Qué hubiera pasado si Rubinos Pérez hubiese considerado como punible la clara mano de Rivas? Sucedió poco antes del tanto de Edu (el 0-1), con lo que, a buen seguro, habría cambiado la decoración del encuentro.

A pesar de expulsar a Arzu (min. 84), eso sí, haciéndose un lío, la segunda parte del trencilla madrileño fue poco parcial, perjudicando a los albinegros.

Posteriormente, después de abandonar el vestuario, los jugadores del Castellón eran un clamor unánime, reconociendo que el árbitro les había dicho, en el terreno de juego, que sí había visto la mano, pero que no la había considerado voluntaria. "Hasta el árbitro nos ha reconocido que era penalti, algo impensable. Ha sido una mano clara y voluntaria", comentó Sergio Mantecón.

Juan Antonio Zamora reveló una curiosa secuencia al término del partido: "Iba hablando con Ricardo, el portero del Betis. Cuando nos hemos cruzado con el árbitro, le ha dicho que le había faltado pitar la pena máxima".

Manuel Arana, asimismo, lamentó el error de Rubinos Pérez. "El árbitro no ha señalado ese penalti, que ha sido clarísimo", aseveró. "Pero, bueno, contra eso también se juega y nos tenemos que aguantar", añadió el habilidoso extremo derecho, formado en la cantera verdiblanca.

Entre el error del colegiado y la falta de acierto rematador, el Castellón no solo hipotecó sus opciones de sacar un buen resultado en el partido de ida de los dieciseisavos de final, sino que compromete, prácticamente de forma definitiva, las pocas opciones que podía tener cara a la vuelta, el 12 de noviembre en el estadio Manuel Ruiz de Lopera. Ahora queda apelar a un milagro.