Esta noche el Chelsea; el sábado, el Real Madrid. El Barcelona aspira a tres títulos, pero también es consciente de que por muy bien que esté jugando, por muchos goles que haya marcado, por muchos elogios que esté cosechando, no ha ganado nada. De igual forma que, en ocho días, los que van de hoy al miércoles de la semana que viene, se lo juega todo en la Champions y en la Liga.

Los azulgrana afrontan la primera toma de las semifinales amparado en su inmaculada trayectoria. Sin embargo, aquí parten de cero. Guardiola y los suyos saben que no lo tendrán tan fácil como en la eliminatoria anterior frente al Bayern, que los alemanes entregaron antes, siquiera, de empezar a pelearla. El Chelsea es una amenaza mucho mayor camino de la final de Roma.

Revitalizado por Guus Hiddink, el equipo del multimillonario Roman Abramovich también está acostumbrado a situaciones al límite como ésta. No en vano, es el vigente subcampeón.

El entrenador holandés, declarado admirador de la filosofía del Barça, tiene previsto variar el estilo de los blues en el Camp Nou. Consciente de que un partido monopolizado por los locales puede matarles, ha previsto, por ejemplo, un marcaje especial de Bosingwa sobre Messi. Carvalho, los Cole (Joe y Ashley) y el exazulgrana Deco son baja, aunque sí habrá otro antiguo jugador del Barça, curiosamente el hombre cuyo gol sirvió para que los culés celebraran su última Copa de Europa, hace tres años: Belletti.

CON TODA LA ARTILLERÍA El F.C. Barcelona está donde quería estar y, encima, con todo el mundo a disposición de Guardiola. A excepción de Gabriel Milito, el técnico de Santpedor no cuenta con más bajas y, encima, con todo el mundo rindiendo a un nivel muy alto, gracias a una buena gestión de los recursos humanos.

Sin embargo, a la hora de la verdad, a estas alturas de la temporada, va a jugar el equipo A. No se esperan sorpresas en la alineación. Por eso, la duda que existe en el lateral izquierdo, al que aspiran Puyol y Abidal, pueda resolverse en favor del capitán. Por lo demás, los Márquez, Xavi, Iniesta y, cómo no, el tridente formado por Messi, Etoo y Henry.