Segunda División

Una albinegra en Los Cármenes | Así acabó Marina viendo en directo el partido que certificó el ascenso del CD Castellón

Marina López es la única aficionada del CD Castellón que vio en directo el partido que aseguró el ascenso matemático del conjunto ‘orellut’ || Se perdió el viaje a Murcia por acudir a una boda familiar en Granada y el domingo aprovechó la ocasión para presenciar el decisivo encuentro del filial nazarí contra el Córdoba

Marina López, con la camiseta del CD Castellón, junto a la catedral de Granada, el pasado fin de semana.

Marina López, con la camiseta del CD Castellón, junto a la catedral de Granada, el pasado fin de semana. / Mediterráneo

Enrique Ballester

Enrique Ballester

A Marina López, la única aficionada albinegra que vivió en directo, desde el Estadio Los Cármenes en Granada, el partido que aseguró el ascenso matemático del CD Castellón, todavía se le quiebra la voz cuando recuerda el desenlace de un fin de semana que no olvidará. «Me pongo a llorar, pero no te asustes, que estoy bien», apunta mientras las emociones se le acumulan en el relato. Se perdió el viaje a Murcia por acudir a una boda familiar en Granada y el domingo el fútbol le devolvió lo quitado. Aprovechó la oportunidad para presenciar in situ el decisivo encuentro del filial nazarí contra el Córdoba. Lo cuenta ahora a Mediterráneo.

Lo primero. Marina es de las buenas. De las que siguió la dura travesía del Castellón en Tercera, y de las que organiza la vida en función del calendario liguero. Por eso, cuando supo que uno de sus primos se casaba el sábado 4 de mayo en Granada, hizo cuentas. «En un principio el Castellón iba a jugar en Murcia el domingo, así que me dije ‘perfecto’. El plan era ir a la boda el sábado y a Murcia el domingo, y hasta pedí libre el lunes en el trabajo porque vivo en Lleida», relata. Sin embargo, finalmente el Castellón jugó el sábado en Murcia y aquello se fue por tierra.

«Pero tenía un plan B, porque en cada lugar que visito me gusta ir al fútbol, así que miré si había partido del Granada de Primera, y tampoco. Pensé que no había suerte hasta que caí en que el filial jugaba contra el Córdoba», añade Marina. «Cuando reservé las entradas, no pensé que se pudiera subir, porque aún se tenía que dar mucha carambola», matiza.

Primero, la boda

El caso es que el sábado Marina cumplió y fue a la boda familiar. «Es un poco extraño porque a mi padre no le gusta el fútbol, mi familia está dispersa por toda España y todos saben que me gusta mucho el fútbol y el Castellón», explica. Así que no se sorprenderían demasiado al verla sacar el teléfono a las cuatro de la tarde para ver el partido del Castellón. «Me puse a verlo, claro, sufriendo», cuenta. El ya histórico penalti parado por Gonzalo Crettaz lo vio con su tío Pepe, que adivinó el resultado. En ese momento, para empezar, cambió la infusión que estaba tomando por un gintónic. También cambió el cariz del partido del día siguiente en Granada. El Castellón subiría si el Córdoba no ganaba.

«Esa victoria cambiaba todo. Había algo que a mí me decía que podía pasar. Cuando todo el mundo da por hecho algo, en el fútbol, pues igual no». Llegó el domingo y Marina era la única albinegra en la grada. «Fue maravilloso tener casi el estadio para mí sola. Estaban los del Córdoba en su grada y en la tribuna estaba con los amigos y familiares de los jugadores de casa. Pronto vi que el Córdoba tan fácil no lo iba a tener. Cada vez me iba poniendo más nerviosa porque lo veía cerca. Cuando llegó el 1-0 me quedé paralizada y ya me dije ‘ostras’, que va a pasar de verdad», asevera.  

«Con el 3-0 estaba temblando, nerviosísima, sola en la grada. No me lo creía. Fue... pensé en la gente que iría a la fuente en Castalia y me daba pena no estar ahí, pero también sentía que había estado de otra manera, como había podido: yendo al partido que dependía y alegrándome por la gente que estaba en Castellón, me sentí afortunada también, de algún modo, por haberlo vivido de una manera única y especial», añade.

Desde esta ubicación vio el triunfo del Recreativo Granada sobre el Córdoba, clave para el ascenso ‘orellut’.

Desde esta ubicación vio el triunfo del Recreativo Granada sobre el Córdoba, clave para el ascenso ‘orellut’. / Mediterráneo

Marina se emociona al poner en perspectiva esta «temporada increíble». «Creo que es un premio muy emocionante para los que estuvimos en Tercera siguiendo al equipo. Pensé en los momentos duros en los que casi desaparece nuestro club. Este año a veces veía al Castellón y no lo reconocía. No había visto nunca jugar y ganar así. Estoy muy contenta por cómo hemos disfrutado esta temporada de vivir el momento, después de todo lo que hemos sufrido. El fútbol a veces también vale la pena. He llorado un montón y sigo en ello».

Marina no estuvo en la fuente, pero hubo celebración a distancia: «Me puse la camiseta del Castellón, me fui a pasear por Granada y fui a comer unos churros». Planazo. Ahí queda.