Enfrentarse a equipos con escaso renombre obliga a Pep Guardiola a resaltar las virtudes del rival de turno para expulsar los excesos de confianza del vestuario. Y también los de la grada. Es el caso del Viktoria Pilsen, debutante en la Champions y en el Camp Nou y, además, colista del grupo. «No podemos menospreciar al rival solo porque no sea conocido. Es un equipo que hace muchas cosas muy bien», avisó el técnico azulgrana, exigiendo «respeto» para el campeón checo.

A pesar de la tradicional y exigible prudencia que siempre muestra Guardiola ante cualquier adversario, el doble enfrentamiento ante el Viktoria -el de esta noche (20.45 h.) y el del 1 de noviembre- brinda al Barça la posibilidad de asegurar por anticipado el pase a los octavos, «el gran objetivo del club antes de Navidad», según consideró. Y Guardiola quiere esos seis puntos para ahorrarse las angustias de años precedentes. «En la Liga te puedes permitir algún fallo, pero no en Europa».

LA ALERTA DEL PASADO // Precisamente a esas experiencias anteriores apeló para mantener alta la alerta en el Camp Nou. Nombró al Basilea, al Rubin Kazan, al Dinamo de Kiev y al Copenhague para recordar que aquellas cenicientas les complicaron la vida. El Barça, sin embargo, nunca falló en la fase de grupos.

Los azulgranas comparten el liderato con el Milan y tienen tres puntos de diferencia frente al Viktoria y al BATE. Pueden descartar a los dos si suman dos triunfos en las dos próximas jornadas. El desenlace del grupo estaría resuelto, el último partido de la liguilla sería un trámite -está fijado para la semana del clásico ante el Madrid y poco antes del Mundial de Clubs de diciembre- y solo quedaría pendiente por disputar el primer puesto, en el mano a mano de San Siro el 22 de noviembre. Todo eso conforma el valioso botín que ganará el Barcelona si vence hoy y dentro de 15 días en Praga. H