Seguro que Florentino tomó buena nota de todo lo que sucedió en la cita matinal en el Bernabéu. En su cuaderno debe de aparecer que Ronaldo deslumbró con un actuación prodigiosa y que el Bernabéu fue un clamor coreando el nombre del astro portugués cuando fue sustituido por precaución (tenía unos problemas en un tobillo). El mensaje del público fue claro y habla de una inmediata renovación del protagonista del choque ante un Getafe que resistió media parte gracias a Moyá, pero que tuvo que doblegarse ante Ronaldo.

La mañana era muy gris, tanto que el Madrid no se ahorró ni la luz artificial, pero en medio de tanta oscuridad la afición blanca tuvo tiempo para pitar a Mourinho, que también escuchó algunos aplausos. Esa división de opiniones pasó a ser unánime a la hora de valorar al jugador del partido. Un futbolista que está por encima de todos los problemas que se ciernen sobre su equipo. Con sus tres goles: uno con la izquierda, otro de cabeza y el tercero de penalti, el portugués ofreció una gran exhibición y demostró estar perfectamente preparado para el clásico de Copa del miércoles.

“Vamos a jugar contra uno de los equipos más difíciles del mundo, por lo que será una gran noche. Estamos deseando jugar ese gran partido, lo haremos en casa, por lo que tenemos grandes posibilidades de lograr un gran resultado”, declaró Ronaldo, que con sus tres tantos alcanza los 302 goles en su carrera.

LA PORTERÍA // El astro portugués aglutinó todos los elogios e incluso se encargó de hacer olvidar el primer partido sin Casillas, aunque fue una mañana de porteros. Adán defendió la portería del Madrid sin agobios, con Diego López en el banquillo. El reciente fichaje podría debutar ante el Barcelona, aunque, según Karanka, aún no está decidido. El otro personaje de la mañana fue Moyá, el meta del Getafe que estaba en la lista de posibles sustitutos de Casillas. Realizó grandes intervenciones, especialmente dos a disparos de Ronaldo en la primera mitad, uno de ellos de libre directo. Al meta mallorquín solo hubo una forma de pararle, en falta. Lo hizo Carvalho a la salida de un saque de esquina en el salto con el meta. El balón suelto lo aprovechó Ramos para marcar con la derecha entre varios defensas. Ahí acabaron todas las esperanzas del Getafe de lograr algo positivo. H