Un par de goles y una buena actuación del recuperado Lionel Messi bastaron al Barcelona para cumplir con el trámite del partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey, de la que se quedó fuera el Getafe tras perder 6-0 en el global de una eliminatoria que vivió un segundo partido de tramite.

Desde el pasado 11 de noviembre Messi y Neymar no coincidían en el once titular. Aquel día, ante el Betis, el argentino todavía no había desaparecido de los terrenos de juego por una rotura fibrilar que ya ha olvidado. Era una de los pocos alicientes que presentaba un choque destinado a ser uno más de tantos que no quedan en el recuerdo.

Pero la jugada no le salió del todo bien a Tata Martino, que pese a mimar a sus dos estrellas para tenerlos al cien por cien en el segundo tramo de la temporada, vio desde el banquillo como en la primera parte el brasileño tuvo que abandonar el césped con un esguince en los tendones peroneos de su tobillo derecho.

Fue la peor noticia para el conjunto azulgrana, que, por lo menos, pudo contentarse con el avance en el regreso total de Messi. Poco a poco, el internacional albiceleste va recuperando su mejor versión y ayer apuntó algún que otro detalle positivo para ilusionar a la parroquia barcelonista, necesitada de su figura para aguantar el empuje atlético y el orgullo madridista con Cristiano Ronaldo coloreado de oro.

Lo tenía fácil el Barcelona. Aparte de llegar a la cita con una renta cuatro goles de ventaja, enfrente tenía a un equipo tocado moralmente después de una pésima racha de resultados: cuatro derrotas consecutivas. H