Un Barcelona desquiciado enterró su racha triunfal ante el Málaga (0-1), en su peor partido del año, y justo el día que podía alzarse provisionalmente con el liderato y meter el miedo en el cuerpo al Real Madrid en su visita de hoy al campo del Elche.

Esta victoria del Málaga provoca que el equipo de Javi Gracia se acerque al Villarreal peligrosamente en su lucha por entrar en puestos europeos. Ahora, la distancia entre el Submarino y el Málaga es de solo tres puntos.

A los siete del arranque, el guión del partido sufrió un giro inesperado. Pero lo que debía ser solo un accidente fue al final determinante para el desenlace de la película. Kameni pateó el balón en largo, Alves lo interceptó, pero lo cedió mal a Bravo y éste, que prácticamente se encontraba en el área pequeña cuando debía estar treinta metros más adelantado, reaccionó tarde y mal, para sorpresa de Juanmi, que se llevó el esférico para conducirlo hasta el fondo de la red.

Con el 0-1, el Málaga se echó atrás esperando la reacción fulgurante de un Barça enfurecido. Pero la respuesta local no tuvo ni mucho menos contundencia.

Solo Rafinha rondó realmente el empate en un tiro raso que Weligton sacó bajo palos. Los siguientes 25 minutos fueron un estéril monólogo azulgrana. Un quiero y no puedo de Messi, Neymar, Iniesta, Suárez y compañía, que no inquietaron la portería de Kameni más que en algún remate desviado y un par de centros envenenados que requirieron la intervención del camerunés.

El Barça, espeso atrás, falto de ideas en ataque y sin la chispa de la que había hecho gala durante su racha de 11 victorias consecutivas, mucho debía cambiar en la segunda mitad si quería ganar.

enorme defensa // Sin embargo, ayer era el día del Málaga, enorme atrás, generoso en el despliegue, haciendo gala de un derroche físico encarnado en la figura de jugadores como el inmenso Darder, y que nunca renunció a buscar la portería de Bravo. El equipo de Javier Gracia salía con criterio y acababa casi todas las contras, y aunque no inquietaba la meta azulgrana, lograba al menos que el Barça no le pillara nunca a contrapie.

Ni la entrada de Rakitic y Pedro mejoró las prestaciones de un equipo impotente, sin ideas que ni siquiera era capaz de poner a prueba a Kameni. Solo al final, Pedro y Suárez tuvieron el empate. El primero estrelló el balón en el exterior de la red y el segundo se encontró con el portero del conjunto malacitano colocado. H