No nació en el siglo XVI y tampoco es político, pero Garrido hubiera servido de buen ejemplo para las tesis de Maquiavelo, quien patentó para la posteridad lo de El fin justifica los medios. La Lledonera también echó una mano, dicho sea de paso, vestida con la camiseta de Óscar Whalley, quien paró un penalti y salvó a su equipo con paradas de portero de altura para erigirse en el héroe del Carlos Belmonte y sumar tres puntos con bonus extra por ser ante un directo rival. 

Pero ahora el Castellón no está para florituras y sí para ganar partidos, sea como sea, aunque no fuera de la manera más ortodoxa y brillante. En Albacete se dio un pequeño paso hacia adelante. Quedan muchos, pero se hace camino al andar y ahora los albinegros están fuera del descenso. El gran mérito de Garrido es haber convertido al Castellón en un equipo que, por lo menos, interpreta muy bien el 50% de los conceptos del fútbol: la defensa. En ataque, su producción sigue siendo muy pobre. Pero hoy la permanencia no es una utopía, aunque Whalley se vistiera de ángel de la guarda en tierras manchegas.

El conjunto albinegro jugó con fuego en la primera parte. Era el partido del hambre contra la ganas de comer. Para ambos equipos los tres puntos tenían bonus porque suponía sumar y que no lo hiciera el rival. Al equipo de Garrido le costó demasiado enlazar tres pases seguidos. El técnico continúa buscando fórmulas en ataque. La probeta sacó a David Cubillas como referente, con Rubén Díez como enlace. Pero donde realmente crea peligro el Castellón es por el costado de Marc Mateu, con alguna tímida llegada de Jorge Fernández. Y poco más. 

El susto

Una vez más no faltó el regalo de la zaga. Inoportuno e innecesario, pero tan claro que el árbitro no dudó ni un segundo. Hasta el propio Carlos Delgado reconoció que había golpeado la pelota con su brazo en el área en una jugada que no entrañaba peligro alguno. 

Afortunadamente, Whalley salió al rescate con una buena parada al lanzamiento de Ortuño, hermano del delantero orellut. Las estadísticas verificaban el motivo por el cual el Albacete es el equipo menos goleador de Segunda. 

El conjunto manchego tuvo hasta tres buenas oportunidades de gol frente a un Castellón timorato y que porfiaba sus opciones a defender, defender y defender. Al descanso se llegó con un 65-35% de posesión para los locales. El 0-0 era un buen resultado para un Castellón que, salvo un tiro desde la frontal del área de Jorge y un par de centros sin rematador de Marc, no había generado nada reseñable en ataque. En defensa, por contra, salvo el regalo del penalti, se continuaba con la dinámica de sobriedad, disciplina y efectividad en el fútbol de contención. 

Garrido hizo lo contrario que necesitaba su equipo. En lugar de reforzar el juego ofensivo, totalmente nulo en el primer tiempo, ordenó un cambio con tintes defensivos. Sustituyó a su único delantero, Cubillas, y sacó a un centrocampista, Gus Ledes. Era un giro defensivo más. La apuesta era salir a la contra y a esperar esa ocasión de gol para extraer petróleo de ella. Y como si estuviese tocado por los hados, al entrenador albinegro le salió bien aquello que en condiciones normales hubiera sido una aberración. Un robo de balón en la medular precipitó un pase de Bodiger a la espalda de la zaga manchega y dejó solo a Jorge Fernández frente a Tomeu Nadal, batiéndole con una buena definición en su salida. El Albacete recibía una estocada inesperada y se quedaba en la lona grogui. 

El Albacete tomó el control y se lanzó hacia el área albinegra. Fútbol directo y bombardeo constante, pero delante estaba Súper Whalley, convertido en salvador y en un jugador que cotiza en bitcoins al alza. Dos intervenciones a Ortuño y Zozulia agotaron alguna vida más de las que en Albacete tuvo el Castellón. ¿Siete? No, alguna más. Pero en la situación en la que se hallan los albinegros, todo vale. La Lledonera se puso la albinegra. Un triunfo de oro.

Ficha técnica

Albacete: Tomeu Nadal; Benito, Gorosito, Boyomo, Caballo; Álvaro Jiménez (Cedric, min.74), Silvestre (Tana, min.84), Dani Torres (Diamanka, min. 67), Fuster; Zozulia (Vargas, min. 74) y Ortuño.

Castellón: Whalley; Lapeña, Gálvez, Delgado, Víctor; Rubén Díez (Jonathan Soriano, min.81), Señé, Bodiger (Khrin, min.81), Marc Mateu; Jorge Fernández (Carles Salvador, min. 74) y Cubillas (Gus Ledes, min. 60).

Gol: 0-1. Min. 63: Jorge Fernández.

Árbitro: Iglesias Villanueva (gallego). Mostró cartulinas amarillas a los locales Zozulia y Dani Torres; y al visitante Jorge Fernández