El sueño de volver a pisar La Cerámica se hizo realidad este domingo para 5.000 'groguets'. El fútbol no es lo mismo sin su gente y el Villarreal no es lo mismo sin sus aficionados amarillos. Por fin volvieron a reencontrarse club y afición en el estadio, donde el Submarino se jugaba la clasificación para los puestos europeos la próxima temporada.
Cabe destacar que durante los accesos al estadio, reinó la buena organización y la responsabilidad de los asistentes, que guardaron en todo momento la distancia de seguridad para garantizar la integridad de todos.
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El sueño de volver a pisar La Cerámica se hizo realidad este domingo para 5.000 'groguets'. El fútbol no es lo mismo sin su gente y el Villarreal no es lo mismo sin sus aficionados amarillos. Por fin volvieron a reencontrarse club y afición en el estadio, donde el Submarino se jugaba la clasificación para los puestos europeos la próxima temporada.
Cabe destacar que durante los accesos al estadio, reinó la buena organización y la responsabilidad de los asistentes, que guardaron en todo momento la distancia de seguridad para garantizar la integridad de todos.
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El sueño de volver a pisar La Cerámica se hizo realidad este domingo para 5.000 'groguets'. El fútbol no es lo mismo sin su gente y el Villarreal no es lo mismo sin sus aficionados amarillos. Por fin volvieron a reencontrarse club y afición en el estadio, donde el Submarino se jugaba la clasificación para los puestos europeos la próxima temporada.
Cabe destacar que durante los accesos al estadio, reinó la buena organización y la responsabilidad de los asistentes, que guardaron en todo momento la distancia de seguridad para garantizar la integridad de todos.
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El sueño de volver a pisar La Cerámica se hizo realidad este domingo para 5.000 'groguets'. El fútbol no es lo mismo sin su gente y el Villarreal no es lo mismo sin sus aficionados amarillos. Por fin volvieron a reencontrarse club y afición en el estadio, donde el Submarino se jugaba la clasificación para los puestos europeos la próxima temporada.
Cabe destacar que durante los accesos al estadio, reinó la buena organización y la responsabilidad de los asistentes, que guardaron en todo momento la distancia de seguridad para garantizar la integridad de todos.
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El sueño de volver a pisar La Cerámica se hizo realidad este domingo para 5.000 'groguets'. El fútbol no es lo mismo sin su gente y el Villarreal no es lo mismo sin sus aficionados amarillos. Por fin volvieron a reencontrarse club y afición en el estadio, donde el Submarino se jugaba la clasificación para los puestos europeos la próxima temporada.
Cabe destacar que durante los accesos al estadio, reinó la buena organización y la responsabilidad de los asistentes, que guardaron en todo momento la distancia de seguridad para garantizar la integridad de todos.
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El sueño de volver a pisar La Cerámica se hizo realidad este domingo para 5.000 'groguets'. El fútbol no es lo mismo sin su gente y el Villarreal no es lo mismo sin sus aficionados amarillos. Por fin volvieron a reencontrarse club y afición en el estadio, donde el Submarino se jugaba la clasificación para los puestos europeos la próxima temporada.
Cabe destacar que durante los accesos al estadio, reinó la buena organización y la responsabilidad de los asistentes, que guardaron en todo momento la distancia de seguridad para garantizar la integridad de todos.
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El sueño de volver a pisar La Cerámica se hizo realidad este domingo para 5.000 'groguets'. El fútbol no es lo mismo sin su gente y el Villarreal no es lo mismo sin sus aficionados amarillos. Por fin volvieron a reencontrarse club y afición en el estadio, donde el Submarino se jugaba la clasificación para los puestos europeos la próxima temporada.
Cabe destacar que durante los accesos al estadio, reinó la buena organización y la responsabilidad de los asistentes, que guardaron en todo momento la distancia de seguridad para garantizar la integridad de todos.
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Cabe destacar que durante los accesos al estadio, reinó la buena organización y la responsabilidad de los asistentes, que guardaron en todo momento la distancia de seguridad para garantizar la integridad de todos.
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El sueño de volver a pisar La Cerámica se hizo realidad este domingo para 5.000 'groguets'. El fútbol no es lo mismo sin su gente y el Villarreal no es lo mismo sin sus aficionados amarillos. Por fin volvieron a reencontrarse club y afición en el estadio, donde el Submarino se jugaba la clasificación para los puestos europeos la próxima temporada.
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Cabe destacar que durante los accesos al estadio, reinó la buena organización y la responsabilidad de los asistentes, que guardaron en todo momento la distancia de seguridad para garantizar la integridad de todos.