Una nueva estrella ha aterrizado en Castellón. O, mejor dicho, el hijo de una estrella. Se trata de Anthony Yunier Pérez, hijo del atleta hispano-cubano del Playas de Castellón, que solo cuatro meses después de pisar suelo español por primera vez se ha proclamado campeón nacional sub-14 en distintas categorías, siguiendo la estela de su padre.
A sus 13 años, Anthony Pérez ha representado al equipo de la Colegio Diputación en los Campeonatos de España de atletismo que acogió la ciudad de Gijón. Su impacto en el atletismo nacional ha sido inmediato, como corroboran los oros en las pruebas de 80 metros, de peso (3 kilos) y de relevos en su debut.
Sin duda, su aportación fue fundamental para que el Colegio Diputación saliese victorioso de este torneo con 696,5 puntos, 22 por encima del segundo.
Un triunfo totalmente inesperado tal y como él mismo asegura. Una de las claves del éxito de Anthony Yunier en esta competición ha sido seguir los consejos de su padre. Como él, este deportista es un sprinter que destaca por su explosividad y velocidad en distancias cortas.
En este sentido, el atleta hispano-cubano, Yunier Pérez sénior, es un referente para su hijo, en cuya técnica se fija a la hora de entrenar diariamente y seguir progresando en el mundo del atletismo.
Este deporte está muy presente en el día a día de su casa. «Es una forma de vida que yo adquirí y que ha sido el sustento de la familia», asegura el padre de Anthony.
Sin embargo, tanto él como su madre tratan de liberarle de presión. «De momento yo lo dejo que sea un niño feliz, que no se preocupe tanto por el deporte», confiesa Yunier Pérez, el gran velocista del CA Playas de Castellón.
Padre e hijo son conscientes de que las carreras de los deportistas son cada vez más longevas, por lo que no quieren adelantarse para que pueda disponer de una larga trayectoria repleta de logros. «Me gusta el deporte, pero no siento ninguna forma de presión», responde el hijo a Mediterráneo en la primera entrevista de su vida.
La adaptación
En el plano deportivo, la adaptación del pequeño Anthony Yunier a España, pese al poco tiempo que lleva, no ha podido ser mejor. Al respecto, solo ha tenido que acostumbrarse a las pistas sintéticas, que tienen un agarre distinto a las pistas de arcilla de Cuba.
En cambio, el aspecto educativo es el que está dando más problemas al joven atleta. La falta de conocimientos de base que arrastra a raíz de las deficiencias del sistema cubano le sitúa en una condición de desventaja respecto a sus compañeros. Por eso mismo, Anthony en casa está dejando algo de lado el deporte, para centrarse en sus estudios. «En casa no hacemos ni un abdominal», asegura su padre.
Su dosis de diaria de deporte se limita al que practica en el club y en Penyeta Roja, la escuela en la que está matriculado. En este centro no solo le brindan un entrenamiento polideportivo de un nivel superior al habitual, sino que le están dando un refuerzo curricular para que este deportista se equipare al nivel de sus compañeros y pueda cumplir con la exigencia estudiantil.
Como explica Yunier padre, «es todavía joven y en cuanto recupere el terreno perdido en los estudios podrá centrarse más en el deporte para intentar tener una carrera exitosa».
