Jugar al futbolín es una afición para muchos, pero también puede llegar a convertirse en un vicio cuando se empieza a competir a nivel nacional y, además, se ganan títulos. Ese es el caso de Basilio Borja y Antonio Hernández, dos primos de Almassora que comenzaron jugando en el bar y se acaban de proclamar campeones del Mundial de la LigaLin de futbolín 2022. Una competición que se disputó en el hotel Boston de Zaragoza y en la que se dieron cita alrededor de 140 parejas participantes.
Ligalin es una empresa de futbolines que ha montado un circuito por toda España y en cada provincia tiene un delegado que se encarga de coordinar una competición provincial. Los ganadores de esta primera fase son los que se clasifican para las competiciones de mayor renombre, bautizadas como Europeo y Mundial, y en las que participan dúos procedentes de las distintas comunidades autónomas españolas.
«Al Mundial acuden las mejores parejas de España y se enfrentan entre ellas en una primera fase de grupos y, si pasas, en eliminatorias directas. Nosotros fuimos pasando rondas hasta llegar a la final, en la que vencimos a los compañeros de València», relata Basilio Borja, de 28 años.
Tras años de pandemia, su regreso no pudo ser mejor y ambos vieron, por fin, cumplido «un sueño». «Llevamos una década jugando hasta que hemos llegado a la máxima categoría, la división de honor. Allí están los mejores jugadores del país y sabíamos que iba a ser complicado, pero al final conseguimos ser los mejores y vencimos a todos a los que nos enfrentamos», añade.
Curiosamente, para la cita mundialista Basilio y Antonio alternaron posiciones. El primero pasó a jugar en la delantera y el segundo en defensa, y la táctica no pudo ir mejor. «Antonio se rompió la muñeca un poco antes del confinamiento y no había podido recuperar bien, por eso este título ha sido tan especial para nosotros», concluye.
