Un hito del deporte provincial

De Benicàssim a Estados Unidos: Hugo Bacharach rompe el techo en el draft

El joven futbolista criado en Benicàssim hace historia al ser elegido en el número 9 del draft de la Major League Soccer por Minnesota United || Formado en el Villarreal, emprendió la aventura universitaria estadounidense tras pasar por el Castellón

Hugo Bacharach siguió la actividad de la noche del draft en Benicàssim, junto a su familia.

Hugo Bacharach siguió la actividad de la noche del draft en Benicàssim, junto a su familia. / Mediterráneo

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Criado en Benicàssim y formado en las canteras de Villarreal y Castellón, Hugo Bacharach cerró el 2023 rompiendo un techo del deporte castellonense. Nunca un futbolista forjado en la provincia había llegado tan alto en las Américas: el joven zaguero ha sido elegido en el número 9 del draft de la Major League Soccer (MLS) estadounidense.

Para ayudar a entender el hito, nadie mejor que el vinarocense Ximo Miralles. Primero, porque también fue canterano groguet (portero del primer juvenil del Villarreal que conquistó la Copa de Campeones, el de Javi Calleja). Segundo, porque también hizo las maletas para competir en el fútbol universitario estadounidense, en 2016, un pionero. Y tercero, porque después de completar su carrera universitaria y volver a España, fundó junto a su hermano Jaime Eture Sports, la empresa que ha guiado la aventura norteamericana de Hugo Bacharach, cuya sobresaliente progresión ha destrozado todas las previsiones.

Un reto complejo

«Ser top 10 de todo Estados Unidos, siendo futbolista internacional, es un logro de una complejidad terrible», asevera Miralles, que destaca la habilidad de Bacharach para conjugar lo mejor de aquí y de allá, y adaptarse. «El futbolista español suele destacar técnica y tácticamente porque recibe una formación muy buena desde la base, pero una vez en Estados Unidos se encuentra con el reto de igualar el nivel físico. Allá el fútbol es más de duelos y transiciones, más agresivo y directo», detalla. «Por eso, en cuanto vimos a Hugo (un tallo de casi dos metros que compatibiliza buen pie y salida de balón con fuerza y potencia), enseguida dijimos ‘cuidado, que este es especial’.

El buen ojo de Miralles, que se fijó en Bacharach en uno de los eventos que organiza Eture Sports para captar jugadores (el próximo showcase se celebra en sus instalaciones en València del 5 al 9 de febrero), no se equivocaba, aunque no faltaran dificultades. 

El proceso

Una de ellas fue que Hugo Bacharach, que ahora tiene 22 años, venía de competir en juveniles en Liga Nacional con el Castellón, un peldaño por debajo de lo recomendable. Bacharach, defensa central diestro y estudiante (ahora ya graduado) de Periodismo, fue inicialmente becado por una universidad pequeña, en New Jersey, pero poco a poco fue haciéndose un hueco entre los mejores. De hecho, pasó a la más reputada universidad en cuanto a fútbol, en Indiana, un gran escaparate, y entonces se disparó el interés de las franquicias profesionales. Finalmente, en el día del draft, Minnesota United eligió a Bacharach, que vivió el momento en Benicàssim, junto a sus padres. 

«Una clave particular en lo que ha ido consiguiendo Hugo es su actitud», subraya Miralles. «Es muy positivo, es una persona alegre. Donde otros ven un problema, él ve una oportunidad. No seguir en el Villarreal después de diez años allí, no ir de entrada a una gran universidad... En el fútbol hay que estar preparado para todo y eso él lo maneja y lo asimila fenomenal. Hugo disfruta del día a día, del proceso, y por eso ha podido construir su propio camino», razona el cofundador de Eture.

Una fórmula al alza

Miralles reivindica esta fórmula universitaria como idónea para muchos futbolistas. «Yo lo viví en primera persona. A veces, en el fútbol, el éxito y el ‘fracaso’ están a medio metro, la distancia que me separaba de Rodri Hernández en el vestuario. Cuando llegas a una determinada edad, hay pocos sitios para muchos futbolistas excelentes. La élite te exige dos cosas: ser muy bueno y tener suerte. Desgraciadamente todos no pueden llegar, es una cuestión de números», desgrana. «Pero no ser una estrella no significa que no puedas disfrutar del fútbol», matiza. 

En ese brete, aprovechar el fútbol para vivir experiencias «difíciles de conseguir», como estudiar en una universidad de Estados Unidos, es una opción sugerente. «Se ha puesto de moda», apunta Miralles. En los últimos años han emprendido ese camino numerosos futbolistas formados en las canteras provinciales, caso de Álvaro Unanua, Gerard Hernando, Albert Pedra o Álvaro Heredia, entre otros. Eture Sports, que ejerce de intermediario «puro y duro» con los entrenadores universitarios, ya ha realizado más de 500 operaciones con futbolistas españoles y americanos. «Negocias todo: el porcentaje de la beca, la comida, la casa, la matrícula, el seguro médico, etc.», indica.

Miralles destaca lo gratificante que supone «dar oportunidades a través del fútbol». Justo eso ocurrió con Bacharach, que la está aprovechando al máximo, en lo académico y en lo deportivo. «Ir a Estados Unidos fue la mejor decisión de mi vida», sentencia el propio futbolista, que entrenará con Minnesota en breve.