La población española que reside en zonas urbanas prácticamente se ha duplicado desde 1960. Entre ese año y el 2003, la cifra de residentes en ámbitos urbanos (municipios de más de 20.000 habitantes) ha pasado de 18,5 millones a 33,9 millones, mientras que la población total del Estado ha aumentado en 12 millones en ese periodo. Actualmente, casi el 80% de los españoles residen en un total de 1.012 ciudades, poco más del 12% de todos los municipios y casi 29 millones de habitantes viven en 82 grandes áreas urbanas de más de 50.000 habitantes.

Éstas son algunas de las cifras más destacadas del Atlas Estadístico de las Áreas Urbanas en España 2004, elaborado por el Ministerio de Vivienda y que ayer presentó su titular, María Antonia Trujillo, en el salón Barcelona Meeting Point. Esta concentración demuestra que España ha consolidado su carácter de país urbano. La localización de las ciudades muestra una tendencia a la dispersión y localización en las zonas costeras, "y el centro ha quedado casi como un desierto demográfico", según Trujillo.

El Atlas constata que el parque de viviendas en España ha aumentado un 22% entre 1991 y el 2001, a un ritmo de 380.000 casas nuevas al año. Pero la distribución por usos es muy desigual: las segundas residencias han crecido un 28%, las de uso principal, un 20%, y las vacías, un 40%.

El estudio revela el cambio de composición de los hogares. Mientras que la población española creció un 3% entre 1991 y el 2001, los hogares lo hacían un 20%. Los hogares unipersonales han pasado de suponer el 13% en 1991 a alcanzar el 20% en el 2001.