El ministerio de Industria ha encargado a la Comisión Nacional de Energía (CNE) un plan para repartir en varios años la renovación de los más 22 millones de contadores de la luz que hay que cambiar en España. La modificación del parque está recogida en una disposición del decreto de tarifas para el 2007 y establece que en junio se inicie el cambio. Pero tanto el sector eléctrico como la Administración admiten que tal revolución no puede hacerse de golpe, ni puede ser asumida por la industria.

La CNE deberá tener listo su informe en unos cinco meses y en el mismo tendrá que establecer unos plazos (número y tipo de unidades por año) en función de si se trata de aparatos ya amortizados o no, según fuentes de Industria. "Lo lógico será empezar por los más anticuados", explican en el Gobierno. Una buena parte del parque es de alquiler, que paga el usuario a través de una cuota en su recibo de la luz, según fuentes de la patronal eléctrica Unesa.

Los nuevos contadores permiten la discriminación horaria de las medidas y la telelectura y telegestión, es decir, que la compañía pueda gestionar datos desde sus oficinas. El cambio ha empezado con las nuevas edificaciones y con los nuevos contratos. Existen varios fabricantes que disponen de la tecnología para abastecer al mercado de este tipo de contadores, como Circutor, Siemens y Schlumberger.

COMUNICACIÓN Según establece el decreto, los consumidores deben comunicar a sus distribuidoras (Endesa, Iberdrola, etcétera) antes de junio si desean acogerse a las nuevas tarifas con discriminación horaria, y las compañías deberán cambiar los contadores para adaptarlos. Si no se produce esa comunicación del cliente, la compañía aplicará a partir de junio la nueva tarifa sin discriminación horaria.

El nuevo sistema con cinco tramos de consumo doméstico --hasta los 15 kilovatios-- que entró en vigor el 1 de enero establece dos franjas de tarifa al día: un horario punta de 10 horas y otro valle --más económico-- de 14 horas al día. El tramo más caro en invierno es de 11 a 21 horas y la parte del día calificada de valle, de 0 a 11 horas. En verano, el tramo de horario punta será de 12 a 22 y el valle, de 0 a 12 y de 22 a 24 horas. La antigua tarifa nocturna era de 23 a 7 horas. El consumo en las horas valle supondrá un ahorro del 47%. Durante el resto del día, sufre un recargo del 35%.

Un portavoz de Endesa explicó que las compañías disponen de tres meses para cambiar la nomenclatura de las facturas. Analizarán las fórmulas para adaptar los contadores de los clientes que disponen de la antigua tarifa nocturna, inexistente como tal desde diciembre pasado. Las dudas afectan al resto de usuarios, ya que "incluso está por definir el tipo de contador" que habrá que instalar, explica un portavoz de Unesa. Tampoco se ha determinado cómo se repercutirán los costes. Emili Rousaud, director general de Factorenergía, destaca que las normas acabarán con las tarifas estimadas, y darán un impulso a la gestión de la demanda y al ahorro energético.

La lectura de contador es todavía un negocio para las eléctricas. Las distribuidoras cobran por ley el servicio de lectura de contador a las operadoras que suministran a usuarios del mercado liberalizado.