La propuesta de los gobiernos de Alemania y Francia de crear una lista negra de paraísos fiscales para sancionarlos ha sublevado a Luxemburgo, que exigió ayer a París y Berlín que abandonen su "retórica" y afirmó que no permitirá que se incluya a ningún país de la Unión Europea en una lista negra. Este es el punto que más enfrenta a los Veintisiete del plan de la UE de reforma del sistema financiero internacional, de cara a la cumbre del G-20 que se celebrará en breve en Londres.