"Todo ha comenzado por un manifestante que ha lanzado una botella de agua a la policía", aseguraba Tanya, una joven que observaba los enfrentamientos en la plaza de Syntagma desde una calle adyacente. Los disturbios comenzaron sobre las dos de la tarde, horas después del comienzo de las protestas, cuando un grupo de jóvenes con máscaras de gas empezaron a lanzar a los policías adoquines a los que esta respondió con gran cantidad de granadas de gas lacrimógeno. En la misma plaza, el resto de manifestantes abucheaba a la policía y a los violentos que salían de su grupo.

La batalla fue a más. Grupos de encapuchados con banderas negras destrozaron escaparates y coches y lanzaron bombas incendiarias a los agentes. Al final, la jornada terminó con al menos 22 personas detenidas y otras 24 heridas. La inmensa mayoría de los heridos, todos leves, fueron policías antidisturbios, mientras que tres manifestantes sufrieron también contusiones. Unas 250 personas tuvieron que acudir a urgencias por presentar problemas respiratorios.

Estos enfrentamientos marcaron la huelga general de 48 horas prevista para ayer y hoy en el país heleno, la cuarta en lo que va de año. El objetivo del paro era "parar los recortes que quiere aprobar el Parlamento". A las 10 de la mañana, pocas cosas indicaban en Atenas que la jornada acabaría en disturbios. Las tiendas estaban abiertas y el tráfico era fluido, aunque podían verse vehículos policiales y grupos de antidisturbios en muchos puntos de la ciudad, especialmente en el Parlamento.

Cuando las manifestaciones comenzaron y fueron acercándose por separado a la plaza de Syntagma, el panorama cambió. Mientras, la huelga general se seguía de forma desigual en el país. Los días anteriores mucha gente había hecho acopio de comida y los propietarios de algunas tiendas instaron a proveerse, pero en todas partes se encontraban comercios, restaurantes y supermercados abiertos.

Paro indefinido

A pesar de que la primera jornada de esta huelga general de dos días no fue tan masiva como se esperaba, las manifestaciones sí que reunieron a miles de personas. "Si aprueban estas medidas haremos una huelga general indefinida que parará totalmente la producción", aseguró Alexander Theocharate, miembro del partido anticapitalista. "La deuda deben pagarla los banqueros", añadió Nikiforos, del mismo partido.