El Consejo de Ministros aprobó ayer un real decreto ley que de forma inmediata eliminará las licencias previas para la apertura de establecimientos comerciales de hasta 300 metros cuadrados. El único requisito será presentar una declaración responsable o comunicación previa, haber pagado los correspondientes impuestos y disponer, cuando sea exigible, de un proyecto técnico firmado por un técnico competente. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, explicó que el decreto pretende ahorrar "tiempo y dinero" a los emprendedores y "cambiar la cultura administrativa".

La medida viene a ser una copia de la normativa que ya existe en Cataluña desde hace más de 10 años, según subrayó ayer la Generalitat.