La reunión de los parlamentarios socialistas fue ayer intensa. Parte del PSOE considera que, más allá de las comparecencias que reclama el partido, se debería abogar por una comisión de investigación. Y ahí surgió Carme Chacón, prácticamente desaparecida desde febrero. Frente a la posición de Alfredo Pérez Rubalcaba, la exministra pidió "una comisión de la verdad" que investigue "caiga quien caiga". Otros dirigentes, como Rosa Aguilar, Tomás Gómez y Odón Elorza, defendieron lo mismo. La presión ha hecho cambiar la postura oficial: los socialistas no descartan reclamar una comisión.

Al comienzo de la reunión, Pérez Rubalcaba fue pillado por una cámara cuando hablaba con el secretario general del grupo socialista, Eduardo Madina. Dolido por una filtración a El Mundo sobre la Ejecutiva del día anterior --el diario habló de una reunión muy tensa, pese a que todas las fuentes consultadas señalan que no lo fue--, el líder socialista afirmó que pensaba "echar" a la filtradora, que en opinión suya es la senadora Maru Menéndez, mano derechade Tomás Gómez.