La prima de riesgo, que ha empezado la jornada en la cota de los 570 puntos básicos, ha bajado al nivel de los 560 puntos tras la subasta del Tesoro, en la que se han colocado más de 3.000 millones, pero con un interés que ha llegado a estar por encima del 5%. En la recta final de la sesión, la prima de riesgo se ha quedado en torno a los 550 puntos y una rentabilidad del bono a 10 años del 7,04%. Tras dos días de las elecciones griegas y con incertidumbres sobre el rescate a la banca española, el bono español a 10 años se mueve en torno al alarmante nivel de rentabilidad del 7% en el mercado secundario.

En cuanto a la bolsa, muy inestable a primera hora, mantenía a media mañana una cierta tendencia alcista. El Ibex 35, tras el desplome de casi el 3% el lunes, consiguió este martes una subida del 2,67% y ha defendido bien la cota de los 2.600 puntos.

Bankia, con unas pérdidas de más del 7% hasta media sesión, se ha recuperado algo hasta perder el 2,51%.

El problema de la deuda

A pesar de que las emisiones de mayo y junio han coincidido con una fuerte escalada de la rentabilidad de los bonos en el mercado secundario, la media de rentabilidad apenas ha subido al 4,09%. Este interés es inferior al que España pagaba en los años anteriores a 2008, antes de la irrupción de la crisis económica. El aluvión de deuda emitida entre 2009 y 2010 se ha visto favorecido por tipos bajos. Así, en el 2007 el tipo medio que el Estado pagaba por la deuda emitida era del 4,53% (llegó a rozar el 11% en 1992), según datos de Invertia.

El problema de España estriba en el abultado montante de la deuda y en los requerimientos que debe atender en el corto y medio plazo. Pese a pagar en la actualidad casi medio punto menos que en el 2007, el Estado abonará en intereses este año unos 26.000 millones de euros, casi el doble de los que pagó hace cinco años, que fueron de 14.000 millones.