El déficit del conjunto de las administraciones públicas, excluida la ayuda financiera, se situó en 54.950 millones de euros hasta agosto, lo que supone restar 24.571 millones a la cifra registrada un año antes, un 30,9% menos, por lo que desciende al 4,54% del PIB, según los datos facilitados por el Ministerio de Hacienda.

La mayor parte de este déficit se concentraba en la Administración Central, con 51.425 millones -un 16,4 % menos y un 4,25 % del PIB-, ya que este subsector está asumiendo buena parte del impacto de la pandemia.

Las comunidades autónomas cerraron agosto con un superávit de 2.833 millones, el doble que el de 2020 y equivalente al 0,23% del PIB, gracias al aumento de los ingresos por impuestos, transferencias del Estado y recursos europeos.

Solo seis comunidades autónomas registraron déficit en esos ocho meses: Aragón, Castilla-La Mancha, Galicia, Murcia, Comunidad Valenciana y País Vasco.

Los Fondos de la Seguridad Social redujeron su déficit un 67,3%, hasta los 6.358 millones (un 0,53 % del PIB), gracias a la mejora de los ingresos por cotizaciones sociales.

Como viene ocurriendo en los últimos meses, los datos de ingresos y gastos del Estado de 2020 y 2021 están afectados por el efecto contable de la reversión de varios tramos de autopistas, así como por el desigual impacto de la pandemia.

Un 16,2% más de ingresos

En los nueve primeros meses del año, el Estado ingresó 153.197 millones de euros, un 16,2% más, gracias a la buena marcha de la recaudación tributaria (127.936 millones, un 17,6% más que en el mismo periodo de 2020 y un 0,8% más que en el mismo de 2019).

La recaudación por IRPF ascendió a 31.703 millones, un 28,3% más; el IVA, 58.453 millones, un 16,4% más, y el impuesto de sociedades, 15.917 millones, un 12% más.

Más allá de los grandes tributos, los nuevos impuestos de transacciones financieras y digital recaudaron 209 y 93 millones, respectivamente, mientras que los ingresos del impuesto sobre primas de seguros aumentaron un 32,1% tras la subida de tipos.

Por lo que respecta a los gastos, aumentaron un 9,6%, hasta los 207.146 millones, impulsados por las mayores transferencias a otras administraciones públicas (crecen un 10,3 %), sobre todo por los mayores recursos para las comunidades autónomas (para hacer frente a la pandemia) y la Seguridad Social (por mayor dotación para dependencia o ingreso mínimo vital).

En total, entre enero y septiembre el Estado dedicó 18.072 millones a gastos relacionados con la pandemia, la mayoría (16.759 millones) mediante transferencias a comunidades autónomas y corporaciones locales.

El gasto en remuneración de asalariados creció un 4,4%; en consumos intermedios, un 25,9%, por la dotación para vacunas, y los intereses de la deuda, un 0,9%.

Déficit del Estado hasta el mes de septiembre

En lo que respecta al déficit del Estado hasta el mes de septiembre, conocido también este viernes, el dato se sitúa en el 4,46% del PIB, y desciende un 5,7% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 53.949 millones de euros. Este resultado se debe a un incremento más robusto de los ingresos no financieros del 16,2%, frente al comportamiento de los gastos, que crecen a un menor ritmo del 9,6%.

"La evolución hasta septiembre muestra que el déficit del Estado continúa la senda descendente iniciada a partir del mes de abril respecto al mismo periodo del año anterior como consecuencia de la reactivación económica por el avance del proceso de vacunación", ha destacado el Ministerio que encabeza María Jesús Montero.