La Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), integrada por 27 grupos industriales, convocará sus propias subastas para la compra de electricidad de origen renovable mediante contratos a largo plazo con el fin de abaratar su factura energética y eludir su actual exposición a la enorme volatilidad de los precios en el mercado mayorista de la electricidad. Se trata de compañías muy sensibles a la carestía de este insumo por ser muy intensivas en consumo energético por unidad de producto. En algunos casos, la energía llega a representar hasta el 50% de la estructura de costes de estos grupos.
La convocatoria de la primera subasta privada (una experiencia inédita) se prevé anunciar a fines de este mes o comienzos de noviembre con la pretensión de celebrarla en febrero o marzo. La intención inicial era llevarla a cabo en el tramo final de este mismo año, pero se ha decidido aplazarla al próximo trimestre para no coincidir con la que el Gobierno anunció en agosto y que realizará a fines de noviembre.
Se sabe que todos los socios de AEGE han manifestado interés en participar en las pujas como demandantes y que el volumen estimado alcanza los 1.500 megavatios, por lo que los responsables de esta asociación empresarial esperan que "sea un éxito", señaló este lunes a La Nueva España, del grupo Prensa Ibérica, su director general, Fernando Soto. AEGE va a invitar a su vez a participar en la subasta a otros grupos fabriles que tienen reconocido el estatuto de industrias electrointensivas y que no pertenecen a esta asociación, caso de algunos operadores de los sectores cementero, químico, papelero y otros, por lo que se baraja la posibilidad de que se subasten hasta 2.000 megavatios.
La puja será doble: se hará una subasta de energía de origen eólico terrestre y otra en paralelo de fotovoltaica. Entre las opciones, también se baraja dar entrada como oferentes a plantas híbridas, que incorporan ambas tecnologías.
Las grandes factorías industriales de alto consumo energético plantearán sus demandas de adquisición especificando el precio y la cantidad de energía que estén dispuestas a contratar en determinadas condiciones y coste, y los generadores formularán por su parte las ofertas de volumen de suministro y precio a los que están dispuestas a comprometerse. OMIE, el operador del mercado eléctrico, actuará como sociedad gestora: casará la oferta y la demanda, y el cruce de ambas curvas determinará las adjudicaciones.
Avales y PPA
AEGE cuenta con el compromiso de apoyo del Gobierno y de los reguladores. El ejecutivo, a través de la aseguradora de mayoría pública CESCE, aportará las garantías para la firma de los contratos a largo plazo entre la industria y los suministradores de electricidad con las condiciones que resulten de la subasta. Estos contratos de compra y venta de electricidad a largo plazo, denominados PPA, tendrán una duración de doce años, durante los cuales las empresas consumidoras tendrán garantizado el suministro al precio determinado, con independencia de lo que ocurra con la cotización de la electricidad en el mercado mayorista o 'pool'. La industria española –a diferencia, por ejemplo, de la alemana– apenas ha utilizado este tipo de acuerdos bilaterales. En el caso de las empresas asociadas a AEGE, sólo el 9,5% de la energía que consumen la tienen contratada mediante estas fórmulas que garantizan la estabilidad del coste durante el periodo de vigencia de los acuerdos. El 90,5% de su energía procede de las subastas diarias en el mercado mayorista, lo que hace a estas fábricas muy vulnerables a la gran volatilidad e incertidumbre de los precios en el "pool".
El predominio de acuerdos de suministro pactados explica que la industria alemana goce de mejores costes energéticos que la española pese a que desde hace meses el precio mayorista de la electricidad en Alemania es superior al español. Los PPA protegen a las grandes industrias de esa mayor carestía. Según el último barómetro de AEGE, el precio medio del mercado y el promedio de los futuros a 29 de septiembre era de 304,35 euros el megavatio en Alemania y de 178,50 en España. Y el precio total (sumados otros costes y componentes, recargos y compensaciones) era de 291,56 euros para la industria germana y de 251,53 para la española.
La subasta se dirigirá tanto a plantas de generación eólica y fotovoltaica ya existentes como a otras de nueva creación. En el caso de las que ya estén operando y que resulten adjudicatarias, los contratos podrían entrar en vigor a fines del año próximo. En el caso de las instalaciones energéticas de nueva promoción, el suministro contratado comenzaría a estar operativo entre 2024 y 2025. Las plantas fotovoltaicas tardan unos doce meses en ejecutarse y en entrar en operaciones y las eólicas, dieciocho meses de media.
Los promotores de estas plantas que resulten adjudicatarias dispondrán de un contrato de compra de energía garantizada y el aval de Cesce sobre ese compromiso, lo que les facilitará el acceso a la financiación bancaria para acometer la inversión. El Gobierno introdujo en el llamado Estatuto de la Industria Electrointensiva una partida de 200 millones durante tres años para este tipo de avales públicos con el fin de promover en España los PPA.
Las asociaciones de empresas de energía renovable y algunos promotores de instalaciones ya han manifestado su interés en concurrir a las subastas, señaló Soto.
La pretensión de AEGE es realizar al menos dos o tres subastas adicionales a la del próximo trimestre, hasta garantizar una cobertura amplia de las necesidades energéticas de sus asociados.
AEGE, asesorada por un despacho jurídico, ya ha definido, en colaboración con OMIE, las reglas de la subasta y prevé disponer este mes de las condiciones generales de contratación, que se pretende hacer públicas a comienzos de noviembre con el detalle de las condiciones, precios y otras características.
Los grandes consumidores industriales de energía habían solicitado al Gobierno que les reservara en la subasta que hará el ejecutivo una cuota del 15%, equivalente a su peso en el consumo de energía. Pero el Gobierno es poco proclive a los compartimentos estancos y ve mejor que AEGE impulse su propia puja.
