Castellón afronta el 23J con la gran incógnita de la participación

Este domingo 23 de julio de 2023, es la primera ocasión en la que los castellonenses, al igual que valencianos y españoles, afrontan la tarea de ir a las urnas en pleno verano, con la hamaca playera a un lado y la papeleta al otro. Lo hacen, además, apenas cuarenta días después de haber elegido un gobierno autonómico que se ha materializado esta semana y de haber decidido 135 ejecutivos locales, en un contexto de marea azul por la que el PP o bien gobierna en solitario --en la menor parte de los casos- o con pactos con la ultraderecha de Vox o en solitario con la expectativa de apoyo de los radicales de derechas.

El bipartidismo ganó terreno en mayo, de manera que ahora son cuatro las formaciones que pelean con opciones de obtener algún puesto en Congreso y Senado por esta circunscripción. Son dos las cámaras para las que se eligen representantes en estos comicios generales, convocatoria en la que, sin embargo, los pactos siguen mostrándose como imprescindibles con diferencias igualmente muy reducidas a priori entre los bloques de la izquierda liderado por los socialistas y de la derecha, con los populares al frente.

Son PP y PSOE, por tanto, los que se llevarán la parte del león de los cinco diputados en juego. Lo que se espera es que entre ambos obtengan cuatro de los puestos en una proporción que puede ser de dos a dos o de tres a uno. En las últimas generales, en noviembre de 2019, la proporción fue diferente, dos a favor de formación de Pedro Sánchez, uno para el PP, otro para Unides Podem y el último, de Vox.

Lo más plausible, a la vista del contexto actual, sería que el PP, que ha cambiado de líder tras la grave crisis interna que acabó con el mandato de Pablo Casado, y tiene como presidente al gallego Alberto Núñez Feijóo, logre imponerse con tres escaños. Supondría la prolongación a Castellón de la tendencia de las elecciones autonómicas y municipales.

La victoria de los populares en la Comunitat, en la Diputación con mayoría absoluta y en las principales poblaciones, incluyendo Castelló, tiene su principal soporte en la absorción casi completa del respaldo electoral de Ciudadanos. Ahora, además, cabe pensar que influirá la tendencia a crecer del PP por sí solo, respaldado especialmente por su marca nacional y el ruido de precampaña y campaña estatales.

Desaparecidos los naranjas y con Podemos incrustado a regañadientes en la enseña de la candidata a presidenta del Gobierno por Sumar, Yolanda Díaz, solo quedan dos marcas más con posibilidades de sentar a un representante en el Congreso de los Diputados. 

Una es la propia Sumar, en coalición con Compromís en este territorio, y la segunda es Vox. Ambas pelean este domingo por hacerse por el quinto parlamentario en la Cámara Baja y convertirse en la tercera fuerza. Es una lucha que se libra en Castellón y también en otras circunscripciones de tamaño pequeño o mediano donde el puñado de escaños que arañen una u otra papeleta podría llegar a definir el color del próximo gobierno de España.

Los márgenes estrechos dejaron de ser una novedad ya en 2015, con la irrupción potente del pluripartidismo, pero estos comicios tienen otras particularidades o, al menos, se ha disparado la importancia de algunos factores como es el de la participación. 

Abstención y vacaciones

Es 23 de julio, con una parte muy importante de la población de vacaciones y/o fuera de su domicilio habitual y, por tanto, de su lugar de votación, lo que ha disparado el voto por correo, que alcanza en Castellón a cerca de 18.000 electores, una cifra récord que no deja de ser menor para un censo que supera los 430.000. De hecho, apenas superan una proporción del 4% del conjunto.

En los últimos comicios generales, que tuvieron lugar el 10 de noviembre de 2019, la abstención rozó el 30%, en torno a seis puntos más que en las autonómicas y locales del mismo año. El pasado 28 de mayo dejó de acudir a las urnas casi el 34%, en una nueva marca de desafección.

Dado el escenario, de márgenes mínimos e inestables entre las opciones de uno y otro bloque, el PP correría el riesgo de que tras las victorias de mayo y las vacaciones de por medio su electorado fiel se movilice menos, mientras que en el caso de los socialistas la razón de una eventual falta de participación estaría en en carencias vinculadas con la motivación. 

Así las cosas, en estos comicios manda la marca nacional por encima de todo, con un duelo entre Sánchez y Feijóo, cartel del que saldrá con toda probabilidad el próximo presidente del Gobierno.

En Castellón y en los primeros puestos, para el Congreso repiten Susana Ros (PSPV) y Alberto Asarta (Vox), mientras que entran Alberto Fabra (PP) y Carlos Navarro (Compromís Sumar). En el Senado son nuevos Amparo Marco (PSPV), Pedro Sancho (Vox) y Elsa Vilalta (Compromís Sumar) y solo repite el popular Vicente Martínez Mus.

El contexto

El conjunto de la Comunitat en estas elecciones generales es también un escenario donde el PP sale a «completar el cambio» tras su triunfo en las autonómicas y municipales de mayo, cuando dio el vuelco en la Generalitat y las grandes ciudades, y la izquierda a recuperarse para frenar al frente PP-Vox que firmó aquí su primer pacto de gobierno.

Los populares valencianos buscan consolidar la hegemonía lograda el 28M y ser «claves» para llevar a Feijóo a liderar el Ejecutivo nacional, en el que Vox aspira a situar a Santiago Abascal en la vicepresidencia.

Los socialistas, por su parte, pretenden movilizar al voto progresista para que «la ola de retroceso» no llegue al Gobierno de España y no se replique allí el que califican como «pacto de la vergüenza», mientras que Compromís, dentro de la coalición Sumar, quiere ser la “voz valenciana” en la izquierda transformadora.

En las generales de abril de 2019 el PSPV se convirtió en el más votado después de que el PP hubiera ganado todos los comicios desde 1993, aunque hubo empate en diputados entre izquierdas y derechas, y en la repetición de noviembre volvió a ser primera fuerza pero el bloque de derechas logró la mayoría de diputados (17 de 32 escaños) y hubo empate de senadores (6 PSOE y 6 PP).