El PSC dejará para el próximo otoño la negociación con el PSOE para recuperar su propio grupo parlamentario en el Congreso. Según explicó ayer Miquel Iceta, portavoz de los socialistas catalanes, la celebración en julio de los congresos de ambas formaciones y las vacaciones de verano aconsejan aplazar el debate.

La petición, planteada el domingo por el presidente catalán, Pasqual Maragall, llevó a varios dirigentes del PSOE a rechazar tal demanda. Incluso dentro del PSC surgieron voces que cuestionaron la oportunidad de plantear la cuestión a dos semanas del congreso federal del PSOE.

Buena parte de la dirección del PSOE no desea que la existencia de dos grupos socialistas separados contribuya a fortalecer al PP en el Congreso. La cúpula socialista quiere evitar, además, que algunas federaciones del PSOE --como la vasca o la andaluza-- quieran seguir el ejemplo catalán. En esta línea, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, subrayó ayer, hasta cinco veces, que la petición de Maragall "no forma parte del debate político en este momento". Por su parte, el ministro de Defensa, José Bono, dejó caer que "sería imprudente" pronunciarse.