Los informes finales de las pruebas de ADN de familiares de 41 víctimas del accidente aéreo del Yak-42, en el que murieron 62 militares españoles, han ratificado la existencia de errores en más de la mitad de las identificaciones de los fallecidos. Tras conocer el resultado de la investigación realizada por Turquía, el ministro de Defensa, José Bono, ha decidido relevar a la cúpula militar. La decisión la adoptará hoy el Consejo de Ministros.

Como adelantó este diario, el equipo médico español cometió fallos en las atribuciones de los restos de los fallecidos a sus familiares. Fuentes del Instituto de Toxicología de Estambul, encargado de realizar los tests, confirmaron que en los documentos enviados al juzgado de Macka se constata lo que ya advirtieron cuando terminaron los cotejos de los códigos genéticos.

"Los resultados son preocupantes y reflejan lo que ya anunciamos; hubo errores en las identificaciones", señalaron fuentes consultadas. Los informes fueron entregados el miércoles a los abogados de las víctimas y ayer se estaban traduciendo.

Algunos familiares consultados por este diario se preparaban ayer para lo peor y daban por supuesto que hubo "errores y precipitación".

El ministro de Defensa dijo desconocer los datos y señaló que la intención de su departamento es "contribuir a la verdad y a la transparencia". José Bono prometió que se aplicará la ley a los responsables de los errores¾"sin afán justiciero, vengativo o vindicativo".

De momento, como consecuencia directa del informe, el titular de Defensa ha decidido el relevo del jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Antonio Moreno Barberá, y de los jefes del Estado Mayor del Ejército de Tierra, general Luis Alejandre Sintes, y del Aire, general Eduardo González-Gallarza y los llevará hoy al Consejo de Ministros. Bono anunció que pedirá comparecer en el Parlamento para informar, pero no quiso opinar sobre las responsabilidades de su antecesor, Federico Trillo.