La vida política catalana tiene prevista para hoy una efervescente jornada después de que, tras 27 meses de agitación estatutaria, el Senado descorchara ayer el al Estatuto con la abstención de los cuatro senadores de ERC. Habrá referendo el 18 de junio. Faltan 38 días, pero tal vez el más taquicárdico de ellos sea hoy, pues Pasqual Maragall tiene prevista una cadena de breves reuniones por la mañana con Joan Saura (ICV), Josep Lluís Carod-Rovira (ERC) y Manuela de Madre (PSC). Por la tarde, recibirá a Artur Mas (CiU). Los socialistas catalanes esperan que Maragall no les decepcione y, antes de medianoche, anuncie la salida de ERC del tripartito y puede incluso que la celebración de elecciones en otoño.

El tradicional divorcio entre Maragall y su partido ha dado paso a una suerte de aparente reconciliación. "Los hilos en el Palacio de la Generalitat, aunque sea solo por una vez, los mueve el PSC", afirmó ayer un alto cargo no socialista. A mediodía, el president almorzó con el primer secretario del PSC, José Montilla. Por la tarde, se reunió con José Luis Rodríguez Zapatero antes de que este interviniera en el pleno de la Cámara alta.

TEMORES SOCIALISTAS El PSOE, sin embargo, no es un gran entusiasta de la despedida de Esquerra del tripartito, pues teme que con esa operación los republicanos ingresen en el martirologio nacionalista y den fuerza así al no al Estatuto.

A Maragall se le veía ayer por los pasillos del Senado hecho un Hamlet. Se cruzó con Carod-Rovira y ni siquiera le saludó. Reveladora escena, ya que para el PSC --explicó ayer uno de sus dirigentes-- la cuestión hoy no es si el president suelta lastre en el Gobierno catalán, sino si lo hace de forma pactada con Esquerra. Es decir, se van solo los seis consejeros de Esquerra o tras esa media docena van todos los altos y medios cargos, con la lógica amenaza de parálisis gubernamental. Si se viajaba ayer a la órbita republicana, el pronóstico para hoy era pesimista. ERC no quiere dejar retenes de guardia. Si al final son defenestrados, dejarán el tripartito en bloque.

Nadie duda de que Maragall anunciará hoy la salida de ERC del Gobierno. También, claro, la convocatoria del referendo, ya que de manos del presidente del Senado, Javier Rojo, Maragall se llevó de Madrid el acta de la sesión. ¿Y el adelanto electoral? Es la incógnita del día.

En su intervención en el Senado, José Luis Rodríguez Zapatero calificó de "éxito colectivo" el Estatuto que el Senado iba a votar a continuación. Y será un éxito, agregó, porque el autogobierno es bueno para el pueblo catalán y para el conjunto de los españoles. Interrumpido a menudo por gritos y chanzas procedentes de la bancada popular, Zapatero hizo una apasionada defensa del Estatuto y de la profundización del Estado de las autonomías y la ampliación del autogobierno.

"Este Estatuto", afirmó el presidente, "no separa, sino que prepara a los ciudadanos de Cataluña para un futuro mejor. No es un Estatuto rebajado, sino acordado, es decir, profundamente democrático, acordado entre una mayoría del Parlament y una mayoría de las Cortes y respetando las reglas de la Constitución de 1978", agregó.

Zapatero lanzó un cable a ERC, al hacer una clara distinción entre su no en el referendo y el del PP. Atribuyó la posición de Esquerra a sus "convicciones", mientras que el PP lo hacía para desgastar al Gobierno. Al terminar su discurso, pidió que todas las fuerzas respeten la "sabía decisión" de Cataluña y las llamó a trabajar juntas.