Apuesta firme por una solución dialogada. José Luis Rodríguez Zapatero y Kofi Annan coincidieron ayer en Madrid en agotar la vía diplomática en la crisis nuclear de Irán antes de aprobar sanciones, pese a que ha pasado una semana desde que expiró el ultimátum de la ONU sin que el régimen de Mahmud Ahmadineyad suspenda su programa de enriquecimiento de uranio.

Tras hablar con el negociador iraní, Alí Lariyani, Rodríguez Zapatero le conminó a aceptar la "hoja de ruta" que marque Javier Solana, responsable de política exterior de la Unión Europea (UE), porque es "el garante de un posible acuerdo".

Solana se reunirá otra vez con Lariyani mañana, en un lugar no revelado de la UE. Mientras, ayer, en Berlín, los Seis --EEUU, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania-- se reunieron para tratar las consecuencias de la negativa de Irán a acatar la orden de la ONU de cesar el enriquecimiento de uranio.

COINCIDENCIAS En ese contexto, Zapatero respaldó la voluntad de la UE de conseguir una "solución negociada" a la crisis nuclear iraní, y apuntó a Solana como "el vértice" para un acuerdo. El jefe del Gobierno también pidió a Teherán que "respete el orden legal" y acate lo que decida la ONU. Zapatero aclaró que esa es la posición que transmitió la semana pasada Felipe González al Gobierno iraní, en su visita a Teherán.

La apuesta de Annan por el diálogo fue similar a la de Zapatero. El secretario general de la ONU reconoció que los iranís "no están dispuestos a suspender el enriquecimiento de uranio antes de las negociaciones", pero avanzó que están "preparados para negociar" y para aceptar que "la suspensión sea parte de esas negociaciones". Annan deseó que ese posible acuerdo llegue pronto.

El embajador de Israel en España, Victor Harel, calificó ayer de "extraña e inoportuna" la visita de Felipe González a Irán.