Un grupo de ciudadanos han recibido hoy en el Parlamento de Cantabria a los nuevos diputados de la comunidad autónoma con gritos y una cacerolada, en una protesta en la que también han participado los afectados por sentencias de derribo. Antes del acto de constitución del Parlamento de la octava legislatura en Cantabria, más de un centenar de ciudadanos "indignados" e integrantes de la Asociación de Maltratados por la Administración (AMA, que representa a la mayoría de los propietarios de viviendas con orden de demolición) se han concentrado frente al edificio del antiguo Hospital de San Rafael, sede de la Cámara regional, para mostrar su desacuerdo con las instituciones. Los integrantes de AMA han reclamado a los nuevos diputados que cumplan la norma que aprobó la Cámara para indemnizar a estos ciudadanos, porque han gritado que en Cantabria "las leyes son papel mojado". Junto a ellos, los ciudadanos "indignados", ataviados con narices de payaso y portando sartenes y cacerolas, han asegurado que van a estar "vigilando" a las instituciones y han gritado que estos parlamentarios no les representan. Iniciada la sesión de constitución de la VIII Legislatura del Parlamento de Cantabria, poco antes de las 17:00 horas, "indignados" y representantes de AMA han permanecido en el exterior de la sede de la Cámara, que ha sido acordonado con vallas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Además, varios policías han hecho guardia en el exterior para preservar la seguridad y permitir que el acto de constitución de la Cámara se desarrolle con normalidad. Veinte diputados del PP, doce del PRC y siete del PSOE conformarán el nuevo Parlamento de Cantabria, que inicia su octava legislatura.