"Si el Estado no hace de motor, será difícil salir de esta crisis", pronostica Josep Maria Álvarez, secretario general de la UGT en Cataluña. El problema, vienen a decir otras teorías, es que ese motor soporta una carga excesiva y muchas veces innecesaria. Eso es lo que sostiene el Partido Popular, que apuesta por reducir la Administración para ajustar gastos. También los socialistas son partidarios de reformas pero, aunque Alfredo Pérez Rubalcaba ha abierto un debate sobre la pervivencia de las diputaciones en el que Mariano Rajoy no entra, los socialistas no plantean medidas tan drásticas.

José Carlos Díez, de Intermoney, lanza una cuestión: "¿Cómo pretende el PP recortar tanto el gasto público si dice que mantendrá las prestaciones de desempleo y no hará ajustes en pensiones, sanidad y educación, que suponen el 70%?".