Encarna Roca tendrá ahora una oportunidad única de poner en práctica su encendida defensa de la independencia judicial y del buen nombre de la Justicia. Roca goza de prestigio y cuenta con una sólida formación. Cuenta con el aval del Parlamento catalán pero también del PSOE, que llegó a pensar en ella como presidente del Consejo General del Poder Judicial y el Supremo.

Nacida en Barcelona en 1944, catedrática en Derecho Civil por la Universitat de Barcelona, Roca es magistrada del Tribunal Supremo desde el 2005. La magistrada no elude los debates, pero sabe también administrar la prudencia. Defiende el sistema de elección política que le ha llevado a formar parte del Tribunal Constitucional y cree en la aplicación de la ley sin ideologías. Los magistrados deciden por criterios "jurídicos" y no cabe la objeción de conciencia, afirma convencida.