La campaña del 4-M ha dado este viernes un enorme salto cualitativo en crispación. Pablo Iglesias ha abandonado el debate en la Ser, al que no ha asistido Isabel Díaz Ayuso, después de que la aspirante de Vox, Rocío Monasterio, rechazara condenar las amenazas de muerte a través de cartas que contenían balas que el día anterior habían recibido el candidato de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.

En un ambiente muy tenso, el exvicepresidente segundo del Gobierno ha pedido a Monasterio que se retractara. La aspirante de la ultraderecha ha evitado dar ese paso, durante una cita que ha sido imposible llevar a término, porque los candidatos del PSOE y Más Madrid, Ángel Gabilondo Mónica García, han anunciado, más de media hora después de que Iglesias dejara el estudio radiofónico, que ellos también se iban. 

“No es aceptable que la candidata de la ultraderecha ponga en duda la veracidad de estas amenazas. Si no se retracta, nosotros vamos a abandonar el debate”, ha señalado Iglesias nada más comenzar la cita. “Condenamos todo tipo de violencia. Nos hubiera gustado que Podemos condenara la violencia que sufrimos en Vallecas. Lo que he dicho es que los españoles ya no nos creemos nada de este Gobierno. Si usted es tan valiente, levántese y váyase, que es lo que queremos todos los españoles”, ha dicho Monasterio, buscando en todo momento un desenlace de este tipo.  

A partir de aquí, se ha desatado el caos, haciendo imposible cualquier intercambio de ideas. Iglesias se ha levantado, diciendo antes a la conductora, Àngels Barceló: “Estáis cometiendo un error blanqueando a este gente. Nosotros no vamos a debatir”. Al levantarse Iglesias, Barceló ha ido tras él, intentando, como el resto de candidatos salvo Monasterio, que el líder de Unidas Podemos no abandonara la cita. 

García se ha dirigido directamente a Monasterio: “Usted no es solo mala gente, sino que es una aberración”. Su homólogo de Cs, Edmundo Bal, también ha condenado la actitud de la dirigente de Vox, que no ha parado de sonreír durante todo el incidente. Cuando Iglesias ha abandonado definitivamente el debate, Monasterio ha dicho: “Ahora estamos mejor”.  

A su salida, informa Miguel Ángel Rodríguez, el líder de Unidas Podemos ha hecho unas breves declaraciones. “Es un error que cuando la ultraderecha dice estas barbaridades se les normalice pretendiendo que se puede discutir con ellos. No se puede aceptar en democracia ni el racismo ni el fascismo”, ha dicho. Iglesias también ha denunciado que los ultras ya no le atacan en términos puramente ideológicos, sino que han pasado a otro nivel de enfrentamiento: “Me llaman rata, me llaman chepudo, van directamente al ataque personal, sin ningún tipo de límite. Esto hace un daño enorme a la democracia”.

El cambio en el PSOE y Más Madrid  

La cita ha continuado durante más de media hora, con la candidata de Vox buscando reventarla, interrumpiendo y lanzando a sus adversarios calificativos como “ofendiditos”. Los cuatro aspirantes que quedaban (Ayuso solo ha aceptado participar en el debate de Telemadrid del pasado miércoles; Iglesias ya se había marchado de este segundo) han intentando transmitir sus posturas sobre la pandemia y la política fiscal. Hasta cierto punto, lo han conseguido.

Pero entonces ha habido una breve pausa para publicidad. A la vuelta, Gabilondo y García han cambiado de actitud, anunciando que también se iban. “No podemos permitir que el odio se imponga sobre las personas y la democracia. No se puede consentir. Tenemos que estar con los que han sido amenazados”, ha dicho el aspirante socialista. 

“Lo que ha pasado aquí es de una extrema gravedad. No quiero pasar un minuto más con usted en un plató”, le ha dicho a Monasterio la candidata de Más Madrid, que justo después se ha referido a la presidenta en funciones de Madrid, la gran ausente, favorita en casi todas las encuestas, que reflejan que logrará el primer puesto el próximo 4 de mayo, a mucha distancia de sus rivales, pero que necesitará, con Cs en principio fuera de la Asamblea de Madrid, a la extrema derecha para gobernar, algo a lo que ella no se opone. “El problema es que la señora Ayuso quiere gobernar con esta señora. Me gustaría saber qué opina de lo que ha ocurrido aquí”, ha dicho García. “Esa es la clave”, le ha secundado Gabilondo. 

Bal también ha mostrado su radical oposición a la actitud de la dirigente ultra, pero se ha desmarcado de los aspirantes del PSOE y Más Madrid, al considerar que su marcha suponía morder el anzuelo de Vox y también sustraía al electorado de la capacidad de ver cómo contrastaban sus distintas ideas. “Os pido, Ángel y Mónica, que no os vayáis. No hagáis el juego a la señora Monasterio”, ha dicho el candidato de Cs. 

El debate ya estaba completamente roto. Acusada por Iglesias de “blanquear” a la extrema derecha, Barceló, entre constantes interrupciones de Monasterio, ha señalado: “Soy tan demócrata que en esta casa no se censura a nadie”.  

Y Vox, mientras tanto, encantado con lo ocurrido. Nada más irse el candidato de Unidas Podemos, la formación ultraderechista ha escrito en su cuenta oficial de Twitter: "Lo hemos echado del debate de la Ser y pronto lo echaremos de la política española".