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Gabriel Utiel
Ver galería >Que muchos barrios de Vila-real acaban de empezar sus particulares fiestas se nota en que los vecinos se apoderaron este sábado de las calles y sus respectivos habitantes compartieron mesa y mantel de forma distendida y sosegada. Es lo que hicieron, por ejemplo, Lluïsos (que organizaron su clásico sopar de conill i pollastre en la plaza Mossèn Ballester), el Hospital (que preparó una macrocena de vecinos en el párking de Herarbo) o la Soledat (donde sus ciudadanos cenaron en armonía en la calle Assumpció).
Gabriel utiel
Que muchos barrios de Vila-real acaban de empezar sus particulares fiestas se nota en que los vecinos se apoderaron este sábado de las calles y sus respectivos habitantes compartieron mesa y mantel de forma distendida y sosegada. Es lo que hicieron, por ejemplo, Lluïsos (que organizaron su clásico sopar de conill i pollastre en la plaza Mossèn Ballester), el Hospital (que preparó una macrocena de vecinos en el párking de Herarbo) o la Soledat (donde sus ciudadanos cenaron en armonía en la calle Assumpció).
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Que muchos barrios de Vila-real acaban de empezar sus particulares fiestas se nota en que los vecinos se apoderaron este sábado de las calles y sus respectivos habitantes compartieron mesa y mantel de forma distendida y sosegada. Es lo que hicieron, por ejemplo, Lluïsos (que organizaron su clásico sopar de conill i pollastre en la plaza Mossèn Ballester), el Hospital (que preparó una macrocena de vecinos en el párking de Herarbo) o la Soledat (donde sus ciudadanos cenaron en armonía en la calle Assumpció).
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