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Salud mental

Paula Orúe Rodríguez

Paula Orúe Rodríguez, Psicóloga del equipo de Empresa Saludable de Quirónprevención

¿Cuál es su valoración de la situación de la salud mental de la población? ¿Es más preocupante que en otros tiempos o es que se habla más de ella y se le empieza a prestar más atención?

La salud mental y, por tanto, los problemas relacionados con ella han existido siempre. La diferencia es que llevamos tiempo cambiando el modo en que nos relacionamos con ello y el punto de vista desde el que la analizamos. La salud mental ha dejado de verse como un tabú y los posibles problemas o patologías que se derivan de ella se equiparan a la normalidad con la que nos enfrentamos a los problemas o enfermedades físicas. Más que nunca, al hablar de salud lo hacemos desde un punto de vista holístico, ya no hay separación entre la parte física y la mental. Al otorgarle la misma importancia al cuidado físico como al aspecto mental o psicológico, cada vez se habla más del tema y, se acude con más asiduidad a los psicólogos en busca de asesoramiento o ayuda.

Si considera que está empeorando, ¿qué factores pueden estar detrás de este deterioro de la salud mental?

Precisamente por la naturalidad con la que se aborda la temática y el crecimiento y accesibilidad a la información que se genere en torno al tema, puede dar la sensación de que los problemas relacionados con la salud mental pudieran haber empeorado, pero no es así. Hace años, décadas, nos enfrentábamos a algunas enfermedades físicas y psicológicas, que coinciden con las que seguimos tratando hoy en día, otras han desaparecido, pero también se han manifestado otras nuevas derivadas de la actual forma de vida relacionadas, por ejemplo, con las nuevas tecnologías.

Recientemente se publicaba que las bajas laborales por enfermedad mental se han duplicado en los últimos años. ¿A qué se debe? ¿Cómo podría prevenirse o mejorar estas cifras?

Vivimos en una cultura y sociedad que nos exige dar todo y más de nosotros, estamos obligados a ser perfectos y no equivocarnos, la competencia es dura y no podemos bajar la guardia. Estas y otras razones, pueden ser más que suficientes para generar ciertos trastornos en las personas, como ansiedad o depresión, y como hemos dicho, se visibilizan más, por lo que resulta más ‘sencillo’ acogerse a una baja laboral.

Por eso, como en la salud física, la prevención y un diagnóstico y tratamiento temprano es fundamental. Si desde un principio cuidamos nuestra mente y emociones con pensamientos más constructivos, compartimos nuestros problemas con nuestros iguales, superiores o terapeutas podemos contribuir a mejorar nuestra salud mental o psicológica.

Estamos acostumbrados a oír hablar de prevención en temas de salud física, pero ¿es posible también prevenir los problemas psicológicos?

Lo comentábamos en el punto anterior. Sin duda, podemos prevenir también los problemas relacionados con la salud mental. Los famosos ‘hábitos saludables’ influyen en gran medida, y de forma positiva, en nuestra salud tanto en el aspecto físico como mental. Habrá una parte genética algo más compleja de manejar, pero siempre será de gran ayuda llevar una vida saludable, aprendiendo a gestionar temas tan importantes como nuestras emociones, el tiempo o el estrés que nos atenaza en nuestras vidas.

En qué consiste el autocuidado en salud mental. ¿Qué podemos hacer por nosotros mismos, por nuestro propio bienestar?

Los hábitos saludables, como hemos mencionado, son fundamentales para el cuidado preventivo de la salud mental y física. Y la clave para ello es el autocuidado. Entre otras cosas, es imprescindible dedicar tiempo a realizar algo de actividad física de manera más o menos regular, alimentarnos de forma equilibrada y saludable y utilizar disciplinas como el Mindfulnes o técnicas como la meditación o la relajación para gestionar nuestros pensamientos, emociones y percepciones.

¿Cuáles son las señales de alerta que deberían advertirnos de que conviene acudir al especialista?

Ya que solemos vivir en un ‘piloto automático continuo’, puede ser perfectamente normal que nos cueste distinguir cuándo es recomendable acudir a un profesional que nos ayude con los problemas relacionados con la salud mental. Simplemente, cuando percibamos que nos cuesta manejar nuestras emociones o pensamientos ansiógenos, puede ser una señal de alarma y, por lo tanto, no vendría mal acudir a un especialista.

¿Cuáles son los problemas de salud mental más frecuentes en la población general?

Los problemas que continúan imperando en la población de manera general son la ansiedad y la depresión, cuestiones presentes desde hace décadas. Hoy en día, son muchas la personas que presentan esta sintomatología como consecuencia de las exigencias sociales y personales a las que estamos sometidos (trabajar y hacerlo bien, ser buenos padres o hermanos, ser felices, cumplir con lo que queremos ser y lo que quieren los demás que seamos, …).

¿Existen factores de riesgo que nos hagan más proclives a padecerlos?

Resulta complejo definir factores objetivos que contribuyan a una mayor probabilidad de padecer problemas psicológicos. Además de los ya citados más arriba, debemos considerar que nuestra propia actitud es también relevante para poder prevenir, reconocer y tomar decisiones para un adecuado tratamiento.

Hay investigaciones que asocian el deterioro de la salud mental con el uso excesivo de las redes sociales, ¿en qué sentido son una amenaza real para el bienestar mental de la población?

Las tecnologías, como todo, aportan innumerables beneficios en muchos sentidos: nos han acercado entre nosotros cuando no podíamos (enfermedad, pandemia,…), nos han hecho mucho más fácil el acceso a la información o nos han facilitado innumerables tareas. Pero, de igual forma, son parte de los problemas de insomnio, agudizan el estrés, minan nuestra autoestima cuando nos presentan cánones de belleza inalcanzables, deterioran los momentos de conciliación familiar o sustituyen las relaciones presenciales por las virtuales. Trabajar en conseguir un equilibrio y una relación sana con la tecnología es, sin duda, un factor relevante para nuestra salud mental.

¿A qué retos nos vamos a enfrentar los próximos años en relación con la salud mental?

Aquellos asociados con la evolución de nuestra sociedad y nuestra forma de vida. La aparición, por ejemplo, de la inteligencia artificial u otras tecnologías que puedan cambiar nuestro día a día, la aparición de nuevas enfermedades, el temor a conflictos mundiales, cambios o crisis financieras, frustraciones por no ser capaces de asimilar cambios rápidos en nuestras vidas, etc.

Paralelamente, debemos tener en cuenta, que la psicología, la neurología y otras disciplinas relacionadas con la salud mental no cejan en su empeño de conocer más y mejor la mente humana y, por lo tanto, también la ciencia será capaz de ir dando nuevas soluciones a estos nuevos retos.