El juez Guillermo Ruiz Polanco ordenó ayer el ingreso en prisión de los 16 detenidos en siete localidades de Cataluña, sospechosos de formar dos células de Al Qaeda, por un delito de terrorismo. No obstante, el magistrado advirtió de que su decisión quedaba condicionada al resultado de los análisis policiales sobre los materiales incautados a los arrestados.

La declaración de los 16 presuntos terroristas se llevó a cabo en un tiempo récord, en tan sólo una hora y media. En su comparecencia ante el juez, los detenidos se proclamaron inocentes y negaron formar parte de un grupo terrorista, aunque admitieron que se conocían entre ellos y que también habían tenido contacto con algunos de los detenidos en Francia el pasado noviembre.

Asimismo, restaron valor al material electrónico y químico que fue localizado en su domicilio. Uno de los arrestados justificó tener temporizadores en su casa porque su hijo estudia electrónica en una academia de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). Otro detenido afirmó que la sustancia en polvo que la policía consideraba un producto químico para preparar atentados era sólo detergente.

Los presuntos terroristas declararon en árabe y fueron traducidos por un intérprete. Los detenidos aseguraron: "Los integristas son nuestros enemigos". Pero admitieron que hace tiempo tuvieron "simpatías religiosas". El juez decretó su ingreso en prisión porque los presuntos delitos presentan "una raíz ideológica".