En público, EEUU insiste en que no se propone atacar a Irán. Sin embargo, el Pentágono lleva casi un año espiando secretamente con aviones no tripulados las defensas aéreas de ese país, y buscando pruebas de que Teherán fabrica armas nucleares, según afirmó ayer The Washington Post. El diario calificó este espionaje de práctica habitual para preparar un ataque aéreo.

Las autoridades de Teherán advirtieron a EEUU de los peligros de "jugar con fuego". "Conocen nuestras capacidades; hemos explicado claramente a los europeos que digan a los estadounidenses que no jueguen con fuego", declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Hamid Reza Asefi. Los vuelos de espionaje de EEUU sobre Irán comenzaron en abril del 2004 y se repitieron en diciembre y a mediados de enero, según fuentes citadas por el Post. Los aparatos fueron desplegados en las fronteras norte y oeste de Irán, partiendo de bases estadounidenses en el vecino Irak.

Los aviones no tripulados, dirigidos por la Agencia Nacional de Seguridad del Pentágono, llevan aparatos de radar, vídeo, cámaras fotográficas y filtros para aire capaces de registrar rastros de actividades nucleares que pasan desapercibidas a los satélites espía de EEUU. El pasado mes de diciembre, docenas de iranís residentes en las orillas del mar Caspio detectaron misteriosos fogonazos rojos en el firmamento. El Consejo Nacional de Seguridad iraní identificó las extrañas luces como aparatos espía de Estados Unidos. Aunque descartó derribarlos, presentó una protesta formal.

RUMSFELD LO NIEGA El secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, negó el domingo tener conocimiento de preparativos militares contra Irán. Entretanto, los medios de espionaje revalúan los datos sobre el programa nuclear de Teherán para preparar una Estimación de Inteligencia Nacional, un informe similar al empleado en los prolegómenos de la guerra de Irak.

Desde Alemania, el ministro de Exteriores alemán, Joschka Fischer, advirtió a Irán de la posibilidad de referir el contencioso nuclear al Consejo de Seguridad de la ONU. "Si Irán se comportara irracionalmente y reiniciara el programa de enriquecimiento de uranio, ello nos llevaría al Consejo de Seguridad", dijo Fischer, en un tono más enérgico de lo habitual. Teherán suspendió su programa de enriquecimiento de uranio como gesto de buena voluntad en sus negociaciones con la UE.