Los europeos no han acudido a la cumbre del G-20 de Los Cabos (México) para recibir lecciones de democracia, ha declarado este lunes ante la prensa el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

"Francamente, no estamos aquí para recibir lecciones en términos de democracia o sobre la manera de gestionar la economía", ha afirmado Durao Barroso, señalando de paso que "no todos los países del G-20 son democracias".

Los europeos se encuentran bajo la presión de sus socios del G-20, que reúne a los países ricos y emergentes, acusados de no hacer lo suficiente para resolver la crisis de la deuda que la castiga desde diciembre del 2009.

Visiblemente molesto por la pregunta de un periodista canadiense sobre la credibilidad de los europeos, Barroso ha señalado que la crisis no se originó en Europa, sino en América del Norte. "Gran parte de nuestro sector financiero ha sido contaminado con, digamos, las prácticas poco ortodoxas por parte de ciertos sectores de los mercados financieros", ha señalado.

Barroso ha añadido, sin embargo, que "no rechazamos la responsabilidad de nuestros socios, por eso decimos que 'trabajamos juntos' cuando tenemos un problema".

El presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, ha señalado por su parte en la misma conferencia de prensa que el G-20 debe, en su declaración final, "apoyar y alentar" los esfuerzos de los europeos y de la zona euro para resolver la crisis. "Y no somos los únicos responsables de los problemas económicos actuales en el mundo", ha agregado Van Rompuy.