El consejo de asuntos de seguridad del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, decidió hoy mantener la operación militar en Cisjordania para buscar a los tres jóvenes judíos presuntamente secuestrados hace trece días.

En un comunicado, la oficina del primer ministro informó de que la búsqueda sobre el terreno no será suspendida, según habían conjeturado varios altos mandos militares estos últimos días.

"El gabinete ha decidido continuar la amplia operación de búsqueda sobre el terreno de los tres adolescentes secuestrados", según la nota.

Fuentes oficiales y comentaristas han considerado poco conveniente seguir adelante con la operación cuando la población palestina se prepara para comenzar el mes de ayuno del Ramadán.

Miles de soldados regulares y de fuerzas especiales, policías y efectivos del cuerpo de bomberos han participado en una operación en la que han inspeccionado más de 1.300 viviendas palestinas y decenas de pozos de agua y desagües.

La operación, destinada también a asestar un golpe al movimiento islamista Hamás, al que Israel considera responsable del presunto secuestro, ha causado enfrentamientos y una gran indignación en las calles de Cisjordania.

Cuatro palestinos murieron por disparos israelíes, un quinto de un infarto al corazón cuando trataba de alejarse de los soldados y un sexto, en Gaza, en un bombardeo aéreo que siguió al lanzamiento de cohetes desde la franja.

Asimismo, más de un centenar de palestinos resultaron heridos y las fuerzas israelíes de seguridad arrestaron a entre 350 y 550 palestinos, según la versión de cada parte, en su mayoría simpatizantes de Hamás.

La búsqueda no ha aportado ninguna información concreta sobre el paradero de los tres adolescentes, reconoció ayer un alto mando que recomendó traspasar el caso, mientras tanto, a los servicios de inteligencia.

El gabinete de seguridad también decidió hoy estudiar las vías legales a su disposición para restringir ciertos derechos y privilegios de presos palestinos en cárceles israelíes.

Una de las posibilidades que se barajan es la de no transferir la ayuda económica que la Autoridad Nacional Palestina concede a "terroristas condenados en Israel por atentados", según la escueta nota.