La Asamblea Nacional francesa votó este sábado en primera lectura la supresión del canon audiovisual, una medida muy discutida que forma parte de las medidas propuestas por el Gobierno para mantener el poder adquisitivo de los ciudadanos.

La medida, que aún debe ser aprobada por el Senado aunque no se prevé que esa cámara la rechace, fue respaldada por 170 votos a favor y 57 en contra.

Los partidos de izquierda y ecologista se opusieron con el argumento de que la medida cuestiona la futura independencia del sistema audiovisual público.

El canon audiovisual financia la radio y la televisión públicas, que dependerán en el futuro de la aportación del Estado (calculada en unos 3.200 millones de euros).

Esta aportación se tomará a partir de una porción de los ingresos del Estado por el IVA.

El canon lo pagan hasta ahora 23 millones de hogares (138 euros anuales), pero también pero también hoteles, bares y cafés.

Había sido creado en 1933 para los dueños de aparatos de radio y se extendió después a las televisiones, aunque su aplicación a las radios terminó en 1980.

Uno de los argumentos del Gobierno a favor de la supresión es que cada vez hay más hogares que no tienen un televisor, sino que la actividad audiovisual se realiza a través de otro tipo de dispositivos.

La sector audiovisual público francés es un importante conglomerado que incluye a France Televisions (varios canales nacionales); Radio France (con distintas emisoras nacionales y la red de estaciones regionales France Bleu); France Media Monde (con el canal global de noticias France 24 y Radio France Internacional), el canal cultural francoalemán ARTE y el Instituto Nacional del Audiovisual.