Los empresarios cerámicos castellonenses vuelven a mirar de reojo hacia el Golfo Pérsico, una zona geográfico que genera importantes ingresos para el sector y que ha centrado la atención informativa en los últimos meses. De hecho, ya en la pasada feria de Cersaie, en octubre, gerentes y directores comerciales comentaban las posibles consecuencias negativas que conllevaría una nueva guerra.

Sin embargo, los resultados contradicen estos temores. Aunque el conflicto sí que generó a corto plazo un descenso importante de las ventas, los balances anuales de la década de los 90 del pasado siglo evidencian lo contrario. En 1991, año de la invasión de Kuwait y posterior ataque a Irak, las ventas al área de mercado formado por Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Kuwait, Jordania, Egipto, Qatar, Omán, Irán e Irak ascendían a 439 millones de euros. En cambio, y en el 92, el balance comercial se había incrementado a 518 millones y en 1993 a 669 millones de euros. La escalada en el valor de las ventas no ha parado hasta alcanzar los 1.987 millones de euros del 2001.

SÓLO INFLUYÓ EN EGIPTO

Los balances desglosados por países revelan que sólo Egipto se resintió de manera directa como consecuencia del choque estadounidense contra los iraquíes, eso sí, de manera muy importante. Así, este mercado pasó de adquirir recubrimientos cerámicos por valor de 3,33 millones de euros a reducir su demanda de productos a 967.750 euros, aunque en el año 1993 ya se habían recuperado en casi un 50%.

Evidentemente, el conflicto también supuso la pérdida del mercado iraquí, que como consecuencia del embargo, se ha mantenido cerrado hasta el pasado año 2000, cuando adquirió productos valorados en 59.109 euros. También Kuwait redujo sus importaciones, que pronto se recuperaron por encima de sus niveles originales.

La explicación está en que el conflicto fue corto, por lo que las ventas se recuperaron muy pronto. La diferencia entre entonces y ahora está en que el mercado árabe representa hasta el 50% del actual volumen de exportaciones, estimado en 1.987 millones de euros. Es decir, mucho dinero.