La bajada del dólar, como contrapartida, favorece la adquisición de productos y bienes de consumo mucho más económicos, es decir, con el mismo dinero, se pueden adquirir un mayor volumen de productos, "lo que teóricamente redunda en beneficio de los consumidores", asegura el jefe del Área de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Castellón, Enrique Domínguez.

En el caso de la provincia, la depreciación del euro tiene una consecuencia directa básicamente en dos productos: el crudo, que se paga en el mercado internacional en dólares, y los productos hortofrutícolas llegados del área de influencia estadounidense, caso de toda Latinoamérica.

Asimismo, los viajes que se realicen a países que funcionen en dólares son mucho más económicos, aunque de momento, las agencias de viajes afirmen que no se ha registrado ninguna variación importante a países como el Caribe. "La bajada es en la práctica, porque en la mayor parte de los casos, ésta no llega o no lo hace en la misma proporción a los consumidores", concluye Domínguez.