El Partido Socialista pulverizó todas sus previsiones electorales en la provincia de Castellón y logró superar con creces los argumentos internos que manejaban para el cambio político. Tomando como base las últimas elecciones municipales, esperaban que se redujese la abstención en tres puntos y al final fue en seis; y querían 11.000 nuevos votos y lograron 34.429.

En un documento interno denominado Es posible el cambio al que ha tenido acceso este periódico, el Comité Electoral Provincial del PSOE manejada una serie de datos que se han visto cumplidos en las elecciones generales del 14-M.

Los socialistas estiman que el éxito de ese aumento de votantes ha sido que han sabido arrancar el voto de la gente de centro desencantada con el PP por temas como la guerra de Irak, el atentado de Madrid o el Caso Naranjax, porque han sumado la gran mayoría de los nuevos votantes y por la alta participación.

En dicho informe se especificaba que, de los 22.248 nuevos electores que se incorporaban al censo por haber cumplido 18 años, una inmensa mayoría se identificaban con el voto a José Luis Rodríguez Zapatero, como finalmente fue ya que los socialistas estiman que el 14-M se llevaron el 80% de ese voto joven.

Para conseguir recuperar esos 11.000 votos, el PSOE se marcaba como objetivo prioritario subir en sufragios en las seis poblaciones con mayor número de habitantes respecto a las elecciones municipales del 2003: Castellón, Vila-real, La Vall d´Uixó, Burriana, Vinar²s y Benicarló.

Así, en su informe para Castellón capital, el fin era superar la barrera de los 30.000 votos y estimaban que para ello se necesitaban 4.000 papeletas más y reducir la abstención en 3,5 puntos, logrando al final 12.979 nuevos votos y 11,2 puntos. Respecto al resto de municipios importantes, en Vila-real se necesitaban 2.000 votos más (llegaron a los 2.581); en La Vall d´Uixó, 1.300 (2.142); en Burriana otros 1.300 (2.565); en Vinar²s 900 (2.316); y en Benicarló 800 (1.996).