La caída en la partida de envíos españoles a Oriente Próximo y Medio no sólo se debe a la inestabilidad política de la zona y a la devaluación del dólar frente al euro. Los empresarios cerámicos vienen constatando en los últimos meses una tendencia hacia el abastecimiento de estos productos a través de nuevos países productores, muy próximos a esta área de consumo. Éste es el caso de Turquía, Egipto, Irán o incluso la propia Arabia Saudí, mercados que en los tres primeros casos ya tienen una larga trayectoria en la producción de recubrimientos cerámicos y que en los últimos años están generando una intensa batalla comercial en los mercados internacionales.

Por último, los clientes árabes se decantan, cada vez más, por productos más baratos, alejándose de los cánones ofertados por España.