Todas las prevenciones son pocas con tal de evitar que nuestra vivienda sea objeto de un robo. Por ello, las fuerzas y cuerpos de seguridad recomiendan seguir unos mínimos de seguridad, tanto para aquellos que se van de vacaciones, como para los que se quedan.

Antes de dejar su casa, el Cuerpo nacional de Policía recomienda que compruebe bien que las puertas y ventanas estén bien cerradas. De todos modos, para no indicar claramente su ausencia, no baje por completo las persianas. No deje objetos de valor ni dinero en la vivienda y haga una relación detallada de los aparatos electrónicos.

Asimismo, en el caso de que fuera necesaria una identificación, anote los números de serie de los mismos. Y sobretodo, no se debe desconectar el timbre de la puerta de la vivienda, pues esa es una señal inequívoca de su ausencia.

En cuento a comunicar su marcha a los vecinos, es mejor no divulgarla. Dígaselo sólo a aquellos más llegados y déjeles un teléfono de contacto o una dirección para poder localizarle. No olvide facilitarle una llave a un familiar o un amigo para que realice visitas a su vivienda y recoja la correspondencia.

Si es posible que este verano no salga de su ciudad o, aunque lo haga, es probable que no esté fuera todo el periodo estival, también debe guardar unos mínimos de seguridad. Por ello, no dude en avisar a la policía cuando observe gente extraña en el portal o merodeando por la calle, o si escucha ruidos extraños en viviendas que se encuentran desocupadas. Recuerde no facilitar la entrada en el inmueble a desconocidos y exija siempre la acreditación a los representantes de los servicios técnicos --gas, luz, agua...-- y confírmela telefónicamente.

Tanto si se va de vacaciones como si se queda, proteja su vehículo. Si aparca en la vía pública, procure dejar su vehículo en un estacionamiento vigilado o, al menos, en lugar bien iluminado. Cuando circule por la ciudad, mantenga las puertas con los seguros echados, pues no sería e primero a quien le abren la puerta y le roban el coche a punta de pistola o de navaja. Instale un dispositivo de seguridad o antirrobo. También puede hacer uso de barras metálicas ajustadas al volante desde los pedales, las que aseguran desde el cambio de marchas hasta el freno de mano.

Tanto en su destino de vacaciones como en su lugar de residencia, esté alerta ante los timadores, desde el tocomocho y la estampita a los trileros. No hable nunca de negocios con desconocidos ni saque dinero de su banco porque le ofrezcan, en apariencia, un gran negocio.

Una vez en el lugar de vacaciones no debe bajar la guardia para evitar ser víctima de delincuentes. En su hotel o apartamento adopte las mismas medidas de seguridad que habitualmente utiliza en casa. Mantenga en lugar seguro sus objetos de valor dinero y tarjetas de crédito. Al salir, deje la radio o televisión puestas y si es de noche, encienda alguna luz.

Además, en lugares públicos, no descuide en ningún momento su bolso o cartera. Si lleva cámaras fotográficas o de vídeo, no las pierda de vista, pues se convierten en un suculento reclamo para los ladrones. Procure evitar ostentación de riqueza y lleve encima lo estrictamente necesario, sobre todo en la playa o en la piscina.