Más de 100 personas, entre mujeres y niños, procedentes de Benicarló, Peñíscola y Castellón se manifestaron ayer en el Grao en señal de protesta por la situación que está viviendo el sector pesquero. Aunque en un principio la convocatoria se limitaba a concentrar a todas las mujeres en la rotonda de Ripollés, las asistentes avanzaron hasta la rotonda que une la avenida del Mar con el camino del Serradal, cortando el tráfico durante tres cuartos de hora. Luego, siguieron hasta la avenida Hermanos Bou, en la que interrumpieron durante cinco minutos la circulación del tráfico.

"Tengo dos hijos, yo no trabajo y mi marido es patrón de barco. Hace una semana que no entra dinero en casa y hace un mes y medio que gana muy poco. No podemos aguantar mucho tiempo más porque tenemos que seguir pagando la luz, el agua... Los recursos de los que disponemos son mínimos. Queremos que se solucione pronto. De momento, el menú incluye mucho pollo y patatas", explica María Pilar Vicente, de Benicarló.

Éste no es un caso aislado, sino que se repite en muchas de las mujeres que se encontraban ayer en la manifestación. Apoyamos a nuestro padre para no pasar hambre, indicaban algunas pancartas llevadas por los niños congregados en esta jornada. La familia de Esther Gargallo también está sufriendo las consecuencias del sector pesquero. Es familia numerosa y trabaja en una verdulería. "Ahora tenemos que apretar mucho la mano y privarnos de algunas cosas. Mis hijos tienen 7 y 3 años, que son edades en que se necesita el dinero", indicó.