El Villarreal se ha tomado muy en serio la Copa del Rey, como quedó demostrado anoche en Castalia. Ante un ambiente espectacular y en un partido que fue una fiesta para toda la provincia, el conjunto visitante hizo valer la gran calidad que tiene.

Los amarillos rentabilizaron el primer gol, un tanto clave, porque les permitió jugar con el marcador a favor, una circunstancia que te da tranquilidad y seguridad.

El Castellón lo intentó, pero fue un querer y no poder. La superioridad del Villarreal fue imponiéndose a medida que pasaron los minutos y más aún con un segundo tanto casi definitivo.

La afición del Castellón estuvo de 10 durante los noventa minutos. Sinceramente, es una lástima que el resultado no hubiera sido más apretado. No está todo dicho, pero casi. Será difícil una gesta en El Madrigal.